Dos amantes dichosos hacen un solo pan,
una sola gota de luna en la hierba,
dejan andando dos sombras que se reúnen,
dejan un solo sol vacío en una cama.
De todas las verdades escogieron el día:
no se ataron con hilos sino con un aroma,
y no despedazaron la paz ni las palabras.
La dicha es una torre transparente.
El aire, el vino van con los dos amantes,
la noche les regala sus pétalos dichosos,
tienen derecho a todos los claveles.
Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte,
nacen y mueren muchas veces mientras viven,
tienen la eternidad de la naturaleza.
Pablo Neruda
Catatanemak
Hace 3 años.
3 comentarios:
Gracias por presentar en este blog a Don Pablo con este bellísimo poema Azul,acertada elección ;)
besos
Max
Con Don Pablo me pasa lo mismo que con Don Mario, me tengo que controlar porque querría publicar aquí y a diario, cualquiera de sus poemas, porque es que me gustan todos!
Gracias!!!
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