Soy yo la que se marcha...
cual ígnea brisa que sólo deja sus aromas
y sigue su paso incierto...
De palabras están llenas mis maletas,
de versos y te quieros.
Me marcho con las manos vacías,
dejo el equipaje.
Sólo me llevo el eco de los truenos,
y del alba sus clamores...
Nada es mío, aunque haya pretendido
hacer mío:
un copo de nive en primavera,
un rayo de luna azul,
el vapor de un manantial,
el halo de un ángel,
el brillar de una mirada,
la pleamar de las quimeras...
Nada me pertenece más que esta piel
que vive de entre líneas,
tatuado mi vientre de besos y de vetas...
De mundos helicoidales que se rompen
con el primer canto del gallo...
No es mío ni el tiempo ni el espacio...
ni el libro que me fue dado con hojas blancas.
Siempre pinté con las acuarelas de mis dedos
paisajes y estampas multicolores...
que llevo en las pupilas de mis ojos,
para resguadarlos de la lluvia.
No llevo más que los recuerdos,
con textura de durazno...
y una vara seca,
para escribir su nombre en el camino
e inventarle nuevos versos.
Aletsé
Catatanemak
Hace 3 años.
4 comentarios:
me encanto la mescla que hiciste de imagenes a las poesias.. hermosa eleccion :)
Gracias, Brenda, las imágenes de tu Blog también las has elegido muy lindamente para los textos =o)
qué poema, por favvvvor!!!!!!!!!!!!!!
¿A que es precioso el poema? ¡A mi me encanta! De hecho, lo tengo también publicado desde hace años en otra página que tengo (Milazules)
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