En el siglo XXI, intacta la guerra y la melancolía,
hay pastillas para prolongar el hígado,
cápsulas para tejer la memoria,
tabletas para conjurar las jirafas del hambre,
píldoras para impedir la polilla de los huesos
y el infortunio de la líbido,
cucharadas para contar los pájaros sin alzar la vista,
jarabes que ocultan los balbuceos de la ruina,
pomadas para los silenciosos,
agujas que te arruinan la queja.
Pero en todo este dispensario interminable,
en este galpón gigante de remedios,
no hay una sola receta,
una crema importada,
una decisiva inyección,
que le permita a los amorosos olvidar
el aire que alguna vez los arrasó.
Leonardo Padrón
"El amor tóxico"
(venezolano)
Catatanemak
Hace 3 años.
2 comentarios:
Ni hospital que nos albergue, preciosa
Pero cicatrizamos y seguimos adelante, corazón...
Besitos!
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