domingo, 30 de abril de 2006

Cuando sientas...

Cuando sientas que el mar te aleja
y la distancia se hace eterna y un rumor
de medusas neutras ahoga tus palabras
abre las alas y échate a volar, recorre
el cielo hasta dejar atrás las nubes grises
que empañan de tristeza el aire
y piensa en mí, en este corazón desnudo
que te anhela y no sabe dónde estás,
en ese nudo apretado de sueños
y cadenas rotas que resbalan sin fin
por mis poemas y no saben a quién
están buscando, en esa marea fértil
de caricias que esconden mis manos
y no saben en qué huerta derramarse.

Seré la luz del faro en la tiniebla,
una pequeña cala de esperanza
que se asoma cada día a tus costas,
un loco redondel de ternura íntima
que estremece el blanco dobladillo
de tu médula forrada de cal y silencio.

Eres ola de espuma noble y sincera,
suave y bello carnaval de vaivenes
que hila huracanes de nostalgia
en las aguas de mis mares solitarios,
eres ritmo, ritmo puro, ritmo nuevo,
que revienta en cada uno de mis poros.

Fernando Luis Pérez Poza

(Español, contemporáneo)

jueves, 27 de abril de 2006

Soy yo la que se marcha...

Soy yo la que se marcha...
cual ígnea brisa que sólo deja sus aromas
y sigue su paso incierto...
De palabras están llenas mis maletas,
de versos y te quieros.

Me marcho con las manos vacías,
dejo el equipaje.
Sólo me llevo el eco de los truenos,
y del alba sus clamores...

Nada es mío, aunque haya pretendido
hacer mío:
un copo de nive en primavera,
un rayo de luna azul,
el vapor de un manantial,
el halo de un ángel,
el brillar de una mirada,
la pleamar de las quimeras...

Nada me pertenece más que esta piel
que vive de entre líneas,
tatuado mi vientre de besos y de vetas...
De mundos helicoidales que se rompen
con el primer canto del gallo...

No es mío ni el tiempo ni el espacio...
ni el libro que me fue dado con hojas blancas.
Siempre pinté con las acuarelas de mis dedos
paisajes y estampas multicolores...
que llevo en las pupilas de mis ojos,
para resguadarlos de la lluvia.

No llevo más que los recuerdos,
con textura de durazno...
y una vara seca,
para escribir su nombre en el camino
e inventarle nuevos versos.

Aletsé

lunes, 24 de abril de 2006

Bolero...

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.

Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte

Julio Cortázar

sábado, 22 de abril de 2006

Hay que andar por el mundo...

 Hay que andar por el mundo como si no importara.
Sin preguntar el nombre del pájaro y la planta,
ni al capitán del buque, a dónde lleva agua.
Mirar al otro lado del que todos señalan,
que es allí, dónde crece la rosa inesperada.

Hablar con el herrero, del caballo y la fragua,
pero mirando al fuego, con atenta mirada;
puede que en un silencio, veas la salamandra.

Crear el nombre hermoso de alguna imaginaria mujer,
y luego a todos preguntarles con ansia:
si no la han visto, acaso te lleven a su casa...

En la copa vacía beber con esperanza,
tal vez una divina locura, de cristal guarda.
Sacar siempre a los ojos, el aire azul del alma,
Ver lo que nunca alcanza la mirada...
Conrado Nalé Roxlo

¡Gracias, Max!


lunes, 17 de abril de 2006

Ser como el río...


Ser como el río que fluye
silencioso en medio de la noche.
No temer las tinieblas de la noche.
Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
Y, si los cielos se cubren de nubes,
como el río, las nubes son agua;
reflejarlas también sin pena
en las profundidades tranquilas.

Manoel Bandeiras

viernes, 14 de abril de 2006

Best Seller...


Tú y yo somos uno,
escribió ella en el límite.

El viento es la única editorial
que se atrevió a publicar esa frase.

Leonardo Padrón
(Venezolano)

lunes, 10 de abril de 2006

Palabras para Julia...

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo

martes, 4 de abril de 2006

Non Plus Ultra



Gracias Wook...


Ahora, sin pensarlo,
impidiendo las travesuras del criterio
y solazándote en esa luz;

así de pronto y sin mediar palabras,
sin pensamientos
ni voces que te alejen,
sin críticas anticipadas
sin destinos utópicos ni futuros por descifrar...

pronto y lúcido
permite a tu rostro reflejarse en el espejo.

Entonces descubrirás
que hay una maravilla
de maravillasque me ....
si.... me deja quieto
y con la fuerza convertida
en un simple susurro.

El dínamo que llena de vida
mis décadas
se detiene en un milisegundo
pasmado, ante tu simple imágen,
en ese lugar en el que ni yo mismo
con todas mis diabluras, puedo engañarme.
¡Hablas de maravillas!

Dios bendiga a los egipcios
y al crisol

al fuego y la arena...

Y a tu espejo....
por tener la dicha de reflejarte.

Jorge Luis Martínez Hernández
(Wook)

domingo, 2 de abril de 2006

Las causas...

Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.

Jorge Luis Borges