domingo, 31 de diciembre de 2006

¡¡¡Feliz año nuevo!!!

Brindis...

Por la tierra que se hace
humedad en mi garganta.
Por la ausente y presente
vida que ya he bebido
despacio si podía.
Por la nostalgia, no.
Ni por el tiempo aquel.
Lleno mi copa, la alzo
por el sino que acepto
y tomo en esta pálida
y densa majestad
del vino que naciera
donde yo.
Me atraviese
como un poco de río.
No hay que decir su nombre.
Vaya por cuanto amo
y traspasa mi boca.

Luis Jiménez Martos
(España)

jueves, 28 de diciembre de 2006

Notas para un Blues...

DOlor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa. Por estar irremediablemente contigo en mí.

REcordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes, ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates.


MIedo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar.


FAcilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren lapuerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia de mis llaves.

SOLo he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones. Quizá es que sea imposible elegir.

LAbios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor.

SI crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas para no tener que interrogarlas.

Ana Rossetti

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Tríptico Azul...


Se lo "robé" a Ismael
en Ruta Fulgurante...


I
Hay mañanas
en que bajas al río
y te detienes
a escuchar en la corriente
la voz amorosa del mar.

Quisieras volar,
seguir el cauce
de su pelo suelto,
y tal esperanza te sostiene
sobre los juncos de la ribera.

II
Una paloma
cruza los maizales
quebrando
en violetas y grises
la certeza de las miradas.

Absortas en la luz
se doran las mazorcas,
brillanters contra el cielo
como lo ojos
colmados de placer.

III
Así mientras recobro
mi cuerpo lentamente,
la tarde en los balcones
toma la forma
de un barco que se aleja.

Entre las nubes que flotan
azules en el horizonte,
contemplo a la luna
dormir desnuda
junto al río.

Alberto Blanco

martes, 26 de diciembre de 2006

Tú, poesía...


No lo conocía:
gracias, Arandiux :)

Tú, poesía,
sombra más misteriosa
que la raíz oscura de los añosos árboles
más del aire escondida
que las venas secretas de los profundos minerales,
lucero más recóndito
que la brasa enclaustrada en los arcones de la tierra.

Tú, música tejida
por el arpa inaudible de las constelaciones,
tú, música espigada
al borde de los últimos precipicios azules,
tú, música engendrada
al tam-tam de los pulsos y al cantar de la sangre.

Tú, poesía,
nacida para el hombre y su lenguaje,
no gaviota blanquísima sobre un mar sin navíos,
ni hermosa flor erguida sobre la llaga de un desierto.

Miguel Otero Silva
(Venezolano)

jueves, 21 de diciembre de 2006

¡¡¡Feliz Navidad!!!


Que la Magia y el Amor
que confluyen en estas
fechas tan especiales
inunde los corazones...

Amén

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Entre silencios...

Porque soy de esas mañanas que desgarran
la suma de los vientos en lo alto
y descienden verticales por la cruz
a la hoguera de los no deshabitados

quieres palabras (el día las destruye)
yo quiero darme (el árbol coge sueños)
la sombra de una hoja en esas nubes.

No puedo verme en esos ojos que todo lo distraen,
lluvia mujer sol y gris de abril que estira un canto,
un páramo que tras la voz desaparece llama

-es un espectro- va el traje maquillado y la sonrisa-
tiene el rostro de un dios –alguien se cruza-
o te comparte –es la infinitud de la nostalgia.

Porque soy de esas mañanas que desgarran
la suma olvidada de los vientos

quiero palabras (el día está contigo)
tú quieres darte
la sombra de una hoja en esos sueños.
En el sereno cuaderno de la paloma y la muerte,
en el deseado retiro de la uva y el pez,
con la sed de las rosas en tu nombre me persigno.
Un árbol como nubes –tu recuerdo- me cobija.

Pablo Urquiza
(Argentino)

martes, 19 de diciembre de 2006

Tango infinito...

Volverás
Hoy fue la noche quien lo dijo
Hoy la noche cayó del caballete
Y la ventana entró pintando
Lunas azules en mi cuarto
Volverás
.......Aunque.........................Porque
La noche mienta.........La noche inventa

Salvador Puig
(Uruguayo)

lunes, 18 de diciembre de 2006

Ella...

Viene despacio
entra
tropieza con mi tos
con mi costumbre de dejar la nuca
en cualquier parte
viene despacio
ordena mis silencios
desata las palabras necesarias
recibe la correspondencia de mis ojos
viene despacio
a tender sus manteles de ternura
viene despacio
apenas hecha humo para no despertarme
se abre paso entre vasos arrojados al día
retratos de mujeres
noches de bronca y noches de ginebra
viene despacio
con su enchape celeste subiéndose a mis mástiles
viene despacio
entra
se arrodilla al borde de mi alma
y junta los fragmentos de mi risa
después... se vuela azul como la tarde.

Jorge Boccanera
(Argentino)

domingo, 17 de diciembre de 2006

Sueños...

Abro la boca para encontrar
la lista de sueños que
hemos dejado a punto

de saltar del tintero. Cierro
los ojos para soñar tus manos
desde entonces
desde que yo soñaba tus manos
esperándolas al anochecer
entre las palmeras y los vidrios rotos
acunados a la par del corazón.
Hace frío
tiemblan las pestañas tu invierno
saltan las madreperlas en vez de los sueños
vuelven sobre el calendario que cuelga detrás de la puerta
escribo yo este poema
pensando en acomodar nuevamente sobre el pecho
un sitio para la esperanza.

Rosario Murillo
(Nicaragüense)

martes, 12 de diciembre de 2006

Amiga mía...

Un regalo especialísimo...
Gracias Max...
:X


Amiga mía,
tengo tanta necesidad de tu amistad.
Tengo sed de una compañera
que respete en mí,
por encima de los litigios de la razón,
el peregrino de aquel fuego.
A veces tengo necesidad de gustar
por adelantado el calor prometido,
y descansar, más allá de mí mismo,
en esa cita que será la nuestra.
Hallo la paz.
Más allá de mis palabras torpes,
más allá de los razonamientos que me pueden engañar,
tú consideras en mí, simplemente al Hombre,
tú honras en mí al embajador de creencias,
de costumbres, de amores particulares.
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.
Me interrogas como se interroga al viajero,
Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido,
me siento puro en ti y voy hacia ti.
Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.
Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas
las que te informaron acerca de lo que soy,
sino que la aceptación de quien soy te ha hecho
necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.
Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con una amiga que me juzga?
Si todavía combato, combatiré un poco por ti.
Tengo necesidad de ti.
Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

Antoine De Saint-Exupéry

viernes, 8 de diciembre de 2006

El aviso... las señales...

Me lo traje dela Ruta Fulgurante de mi niña...




Yo espero una bengala de aviso
tantas veces he escrito la clave en un papel
la he grabado sobre un grano de arena
con la fuerza del hambre
iluminado por un haz de luz
como cuando cruza un navío delante de los acantilados
o se incendia de repente la carpa del circo
en la noche oscura
cuando arrojan a las tribus antiguas
hacia las alamedas de yacimientos de hulla
y los tigres inclinados al borde de los estanques
electrizan con su piel
los menudos ojos de los peces
es así que yo espero un silbido de aviso
entre arroyos con mimbre
y la opulencia de una hilera de mesas de noche
yo te busco en todos los rincones
con una fogata
para alumbrar los vidrios
y ver las señales mágicas de tu vaho
cuando no te dejan cruzar el umbral del puente de mi río
o no me dejan seguir en los caminos
las líneas secretas de las rocas de tu valle

Carlos Germán Belli
(Peruano)

jueves, 7 de diciembre de 2006

Sirena...

Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche

te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra

del infinito mar viene tu asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo

tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego
Mario Benedetti

lunes, 4 de diciembre de 2006

Curriculum...

El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida y
por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere
Mario Benedetti
(Versionada hermosamente por
Joan Manuel Serrat)


viernes, 1 de diciembre de 2006

Anatomía de la melancolía...

Alegra el corazón haber vivido,
y no importa del todo que el pasado
no sea ya otra cosa que pasado.
Si nos quemó la llama del vivir,
su huella es una herida hecha de orgullo
y de melancolía. Pues vivimos
una vez como nadie (ni siquiera
nosotros mismos) vivirá de nuevo.
Ese desvalimiento, esa tristeza
que da sentir pasado lo pasado,
es nuestra condición, la misteriosa
ley que, a nuestro pesar, ha de cumplirse
como si fuera el precio de la vida.
¿Y cuál si no es el precio de la vida
sino seguir viviendo aunque sepamos
que la parte mejor ya nos fue dada?
Pero si hay dignidad en la memoria
y admitimos que no fue un precio injusto
el que debió pagar nuestro deseo,
se alegra el corazón de haber vivido
al conocerse brasa de esa llama
por la que ardió en el tiempo. Y ahora sabe,
al fin, aunque lo tema, que le aguarda.

Abelardo Linares
De "Espejos" 1986 - 1991
(Español)

jueves, 30 de noviembre de 2006

Viaje inmóvil...

Escribo para viajar,
para llegar a territorios que no existen,
para que al salir de mí
no regrese jamás al mismo sitio,
para fundirme en el arco del presente
mientras su marea me abraza,
me ciñe y me abandona en otras playas.
Porque nada importa sino viajar:
de todas formas
nunca estamos aquí completamente,
nunca en el espejo arderá
la imagen última;
Así, llegar al puerto
jamás sorprendido por los mapas:
viajar para saber
qué memorias despierta la distancia,
qué islas elegirán mis ojos sin saberlo
y otras preguntas que rondan los sentidos
e inundan las palabras
cuando la realidad como siempre me desborda,
se cierran las puertas del poema
y se abren las del viaje.

Blanca Luz Pulido
(Mexicana)

miércoles, 29 de noviembre de 2006

Escrúpulo...

Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.

Oliverio Girondo
(Argentino)

martes, 28 de noviembre de 2006

Es un enigma...

Es un enigma el último crepúsculo vivido
y más lo será el próximo.
En todos estos años que me llevan al fuego
del conocimiento
de la nada que fluye en el espejo
No he podido saber cual es la clave,
dónde está la palabra,
la voz,
el teorema
que resuelva el color de las miradas
o la angustia infinita de los pasos
de unos pies de mujer
en el mármol desnudo de mi casa.

María Cinta Montagut
(Española)

lunes, 27 de noviembre de 2006

La cajita rota...

¿De qué hablaré,
del coral y la gaviota,
la espuma, el pez,
la alta cima?
¿La flor del campo?
¿La cajita rota?

¿Llevaré mi verso
a las estrellas?
¿Recorrerá abismos
y derrotas?
¿Se pondrá
a mecer la cuna
o sostendrá
una cajita rota?

¿Tenderé puentes
de palabras
para el que quiera
unir eternidades?
¿Cantaré con voz
entrecortada
el gozo de la dicha
bien hallada?

¿O me quedaré dudando
en la penumbra,
los ojos extasiados en la nada,
acariciando una cajita rota
que ya no sé para qué,
desde cuándo,
ni hasta dónde,
me mantendrá atada
a un quién sabe…?

Cristina Fornés
(Argentina)

domingo, 26 de noviembre de 2006

Ella...


Ella está hecha a semejanza de las cosas que amo.
Se parece a la noche,
o mejor: a una noche sin ausencias.
Ella es exacta.
Cuando la noche escurre, su cuerpo se humedece.
Me permite trepar por mis temblores
y agitar su nombre desde la oscuridad.
Ella es irrepetible.
Nació en las piedras donde empieza mi desorden.

Eduardo Langagne
(México)

viernes, 24 de noviembre de 2006

Noches de boda...

Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas

Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo

Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel

Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras

Que no se ocupe de ti el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena

Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel

Joaquín Sabina

jueves, 23 de noviembre de 2006

Como si fuera un rito...

Como si fuera un rito
dejé por las cubiertas
las ropas que oprimían
mi piel y mis deseos.
En la quietud serena,
oscura, de la noche
quedé desnudo y libre
en actitud de entrega.

Estrellas infinitas
gimieron en mis brazos
y yo gemí con ellas
sediento, enamorado.

Estuve como un dios,
minutos, tal vez horas,
desnudo y voluptuoso
engendrando galaxias.

Los cúmulos trajeron
la lluvia hasta mi pecho
que fue corriendo dulce
en brazos, vientre, sexo...

Desnudo fui tomando
el mundo que dejara
y fui de nuevo el hombre
de los cansados ojos
y las cansadas ansias.

Ariel Canzani
(Argentina)

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Algún día...

Algún día
algún misterioso día húmedo
me volcaré en mí misma para siempre,
y no podrá nadie llamarme
por mi nombre,
porque seré un encierro de paz,
único y eterno.
Algún día húmedo,
con el sello infinito de dos palabras:
no volveré.
Y la vida abierta y dolorosa
bajará rodando por las gradas.

Ana Istarú
"Poesía escogida", 2002
(Costarricense)

sábado, 18 de noviembre de 2006

¡Feliz Cumple Más Azules!

No es de la "línea editorial", por llamarla de alguna manera, que la autora del Más Azules (o sea, yo :) comente mayor cosa en los post, pero hoy es un día especial, porque Más Azules cumple un año, y quiero agradecer a todos los que leen esta humilde paginita: a los que comentan y a los muditos que leen calladitos y que quedan registrados en el contador de visitas, a todos, ¡gracias!, por el enorme impulso que significa para mi que vengan... La verdad es que no sabía bien cómo nos iba a salir esto cuando comencé hace un año, pero ciertamente me he ido enamorando de cada poema y cada imagen que voy dejándoles aquí... son mis huellas en palabras e imágenes de otros...



jueves, 16 de noviembre de 2006

Si es posible...

Si es posible
no me regales un caudal de emoción,
tu fe y tus convicciones,
ni una sima de pasión inmarcesible…
Regálame tu silencio,
tu risa ya cansada,
tu pudor olvidado
y tus nostalgias.
Ofréceme tu mano sin anillos,
tu abrazo destinado a un amigo
y este amor que comparto con tu gato.
Si es posible
cuéntame sin prisas una historia
y dime qué ocurrió cuando no estaba,
qué lejano país reconociste
y qué amaste en mi ausencia
que te hizo ser tú.

Clotilde Tambroni

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Mudar de piel...

Lo difícil es mudar de piel
la primera vez.
Después…
Oteas como un diafragma fotográfico
el cuerpo, su intemperie
luego las clandestinas caricias
las voces en murmullo,
los besos tras la puerta
que te obligan a buscar una isla blanca
en marejadas de olvido.

Al mudar de piel vuelves a sentir,
te izas como vela.
En tus sábanas blancas
el mundo es tuyo otra vez.

Lo más difícil es arrancar raíces,
dejar trozos del rompecabezas.
No colgar el bolso de cuero
cuando ves la cama vacía...

Sabes que emigras a una nueva piel.

Lina Zerón
"La spirale du feu" - 1999
(Mexicana)

viernes, 10 de noviembre de 2006

Éxtasis...

Lienzo embebido en ti
es ahora mi cuerpo,
del todo desasido
y sin otra envoltura que tu imagen.
En mí te llevo como si cargara
sobrecogida sangre.
Sales de ti
hacia el encuentro, génesis reciente,
y yo bebo y respiro
tu exhalación, la rama de tu gozo.
Allí donde se forma
el color de tus brazos enlazados
gira el anillo impar que me contiene.
Nadie me busque, nadie.
Soy tu vigilia,
me disuelvo, pequeña,
en la dulzura que tu pecho emana.
Soy tu sombra y la mía,
soy un desprendimiento de ti mismo.
Allí donde comienza
esa felicidad sufriente y bella,
voy a tu encuentro.
Me despojo de mí
con un sacudimiento
de aterrados manzanos.
Puedo en amor morir que seguiría
recorriendo la tierra con tus pasos,
en tus manos ahogada.

María Granata
(Argentina)

miércoles, 8 de noviembre de 2006

Mariposas...

Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero
desde que sé que no vendrás más nunca
He vuelto a ser aquel cantor del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura

Y tú apareces en mi ventana,
suave y pequeña, con alas blancas
Yo ni respiro para que duermas
y no te vayas

Así eras tú en aquellas tardes divertidas,
así eras tú de furibunda compañera
Eras como esos días en que eres la vida
y todo lo que tocas se hace primavera

Silvio Rodríguez

sábado, 4 de noviembre de 2006

Mientras tú existas...

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora,
amada mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

Ángel González

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Los amorosos...

Para Max en su cumpleaños...


Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.


Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.


Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.


Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Jaime Sabines

martes, 31 de octubre de 2006

Nada es lo mismo...

La lágrima fue dicha...

Olvidemos el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas, silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.

Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

Ángel González

sábado, 28 de octubre de 2006

Como la cigarra...

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.

Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez,
y volví cantando.

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás
desesperando.

A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.

María Elena Walsh

lunes, 23 de octubre de 2006

Gente...

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana

sábado, 21 de octubre de 2006

Donde habite el olvido...

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.


Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno a un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla y ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos
donde habite el olvido.

Luis Cernuda

jueves, 19 de octubre de 2006

Vida perra...

Pocas cosas despiertan mi alegría
como el brincar gozoso de algún perro
que me ha salido al paso.
Pocas cosas remueven algo profundo en mí
como el mirar de un perro fatigado
de haber vivido tanto.
Todo el amor del mundo que tú ansías
y la desolación que sientes
asoman a los ojos de un perro
que te mira, interrogándote.

José Corredor-Matheos

martes, 17 de octubre de 2006

Crepúsculos de la ciudad...

Devora el sol restos ya inciertos;
el cielo roto, hendido, es una fosa;
la luz se atarda en la pared ruinosa;
polvo y salitre soplan sus desiertos.

Se yerguen más los fresnos, más despiertos,
y anochecen la plaza silenciosa,
tan a ciegas palpada y tan esposa
como herida de bordes siempre abiertos.

Calles en que la nada desemboca,
calles sin fin andadas, desvarío
sin fin del pensamiento desvelado.

Todo lo que me nombra o que me evoca
yace, ciudad, en ti, yace vacío,
en tu pecho de piedra sepultado.

Octavio Paz

lunes, 9 de octubre de 2006

Invocación...

Si el lenguaje
este modo austero
de convocarte
en medio de fríos rascacielos
y ciudades europeas
fuera
el modo
de hacer el amor entre sonidos
o el modo
de meterme entre tu pelo

Cristina Peri Rosi
"Diáspora" 1976
(Uruguaya)

lunes, 2 de octubre de 2006

Cuando todo suceda...


Gracias Max...



Digo: comience el sendero a serpear
delante de la casa. Vuelva el día
vivido a transportarme
lejano entre los chopos.
Allí te esperaré.
Me anunciará tu paso el breve salto
de un pájaro en ese instante fresco y huidizo
que determina el vuelo,
y la hierba otra vez como una orilla
cederá poco a poco a tu presencia.
Te volveré a mirar, a sonreír
desde el borde del agua.
Sé lo que me dirás. Conozco el soplo
de tus labios mojados:
tardabas en llegar. Y luego un beso
repetido en el río.
De nuevo en pie siguiendo tu figura
regresaré a la casa lentamente
cuando todo suceda.

José Agustin Goytisolo

sábado, 23 de septiembre de 2006

Corazón coraza...


Para un par de Amantes que hoy
celebran su tercer aniversario...






Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía porque no eres mía

porque te miro y muero
y peor que muero si no te miro
amor si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase
y yo te tenga
y no

Mario Benedetti

lunes, 18 de septiembre de 2006

Huellas...

Siguen sonando melodías tristes en el metro
el susurro de una hoja de periódico,
volando a ras de suelo
bailan las sombras que dibuja tu ausencia
y todavía el mar huele a tristeza
Los sueños sin alas imploran clemencia
bajo el calor de tus ojos incandescentes
puedo oír el pálpito de las horas congeladas
mientras la lluvia dispara,
acompasada, sobre los tejados
Déjame brindarte mis últimos suspiros
entre los sucios arcenes que pintaste de sangre
todavía no sé como despedirme
sigo buscando tus huellas en el asfalto

Luis González Martí

domingo, 10 de septiembre de 2006

El sur irreparable...

Todos los sures adonde no has viajado
ya no serán el Sur, aunque los veas,
porque no has sido nunca,
a este lado de ti y en este espejo,
esos otros viajeros de ti mismo.
Y el Sur al que viajaste
no es el Sur adonde tú has viajado:
se quemó con lo que pudo ser y lo que ha sido.

Una idéntica hoguera de fuego irreparable
consume el desconcierto: hay mil caminos
por cada uno de los que emprendiste; hay mil noches
por cada noche memorable tuya; hay mil palabras
por las que tú has callado y las que has dicho;
hay mil rostros perdidos
por cada rostro que recuerdes hoy,
y ya no existe arreglo para nada,
ya nadie puede desandar los rostros,
o desdecir las noches,
o desencaminar cualquier palabra.

A este lado de ti y en este espejo
todo lo que sucede es para siempre,
todo lo que sucede es en el Sur.

Carlos Marzal
(Español, contemporáneo)

lunes, 4 de septiembre de 2006

Afrodita...

Y está triste
como una silla abandonada
en la mitad del patio azul
Los pájaros la rodean
Cae una aguja
Las hojas resbalan
sin tocarla
Y está triste
en mitad del patio
con la mirada baja
los pechos alicaídos
dos palomas tardas
Y un collar
sin perro
en la mano

Como una silla vacía.

Cristina Peri Rosi
"Diáspora" 1976

(Uruguaya)

lunes, 28 de agosto de 2006

Dedicatoria...

La tierra estaba seca.
No había ríos ni fuentes.
Y brotó de tus ojos
el agua, toda el agua.

Luis Alberto de Cuenca
"La caja de plata" 1985
(Español)

jueves, 24 de agosto de 2006

Insomnio...

La vida dura demasiado poco.
No da tiempo a hacer nada.
No hay manera
de reunir los suficientes días
para enterarte de algo.
Te levantas, abrazas a tu novia,
desayunas, trabajas, comes,
duermes, vas al cine,
y ni siquiera tienes un momento
para leer a Séneca
y creerte que todo tiene arreglo
en este mundo.
La vida es un instante.
No me explico por qué
esta noche no se acaba nunca.

Luis Alberto de Cuenca
(Español)

martes, 22 de agosto de 2006

Palabras...



La literatura nos separó:
todo lo que supe de ti
lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba,
yo le puse palabras.

Cristina Peri Rosi
"Evohé" 1971
(Uruguaya)

viernes, 4 de agosto de 2006

Algún día...

Algún día, Wook...
algún día...


Algún día
Se cumplirán mis sueños
Y los cuentos y los valses serán sólo uno.
Primavera en Octubre
Y Navidades los domingos.
Y surgirán alas de mi espalda
Y palabras de mi boca
Y encantos de mis manos
Que podrán dibujarte
Para crearte de nuevo ante mí
Y bailar contigo una danza de amor.
Y entonces habrá Hadas verdaderas
Sin manzanas engañosas
Sin ataúdes de cristal
Sin hechizos ni amarguras.
Habrá tierra de por siempre jamás
Que florezca en su momento
Y se entibie al atardecer
Y nos sirva de lecho.
Ese día, llegará
En el momento que tus labios
Besen los míos
Sin temores, ni desvíos ni prisas ni olvidos.
Habrá nubes blandas
Y rosas adornando el mar
Habrá sirenas encantando
Y ranitas retozando
Y árboles flotando alegres en la inmensidad.
Habrá armonía,
Habrá burbujas de champán
Y palomas mensajeras
Dispuestas a cantar
Mis canciones y las odas
Que compuse para ti
Al irme a acostar.
Todo será, si algún día
Me reflejo en tus ojos
Y tu sonrisa sea mía,
Mujer hermosa
... mi fantasía.

Jorge Luis Martínez H.

viernes, 28 de julio de 2006

Pirotecnia...

Acércate.

Derrúmbate en mis manos.

Inclina tus aguas.

Déjame hacerte en los límites.

Sé una feria en la nada.

Abre los ojos.

Sé mi abismo.

Incéndiate como un ruido que le sobre al atardecer.

Entra.

Pégate a mis pómulos.

Que se divise el corazón.


Leonardo Padrón
"El amor tóxico"
(Venezolano)

jueves, 27 de julio de 2006

El olvido...

El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
no olvida el que finge olvido
sino el que puede olvidar



Mario Benedetti

miércoles, 26 de julio de 2006

Es verdad...


Es verdad que el mundo no se limpia de guerra,
no se lava de sangre, no se corrige del odio.
Es verdad.

Pero es igualmente verdad que nos
acercamos a una evidencia:
los violentos se reflejan en el espejo del mundo
y su rostro no es hermoso ni para ellos mismos.

Y sigo creyendo en la posibilidad del amor.
Tengo la certidumbre del entendimiento
entre los seres humanos, logrado
sobre los dolores,
sobre la sangre
y sobre los cristales rotos...

Pablo Neruda
"Confieso que he vivido"

viernes, 21 de julio de 2006

Amor, de tarde...

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha cómo ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico


Mario Benedetti
"El amor, las mujeres y la vida"