viernes, 28 de julio de 2006

Pirotecnia...

Acércate.

Derrúmbate en mis manos.

Inclina tus aguas.

Déjame hacerte en los límites.

Sé una feria en la nada.

Abre los ojos.

Sé mi abismo.

Incéndiate como un ruido que le sobre al atardecer.

Entra.

Pégate a mis pómulos.

Que se divise el corazón.


Leonardo Padrón
"El amor tóxico"
(Venezolano)

jueves, 27 de julio de 2006

El olvido...

El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
no olvida el que finge olvido
sino el que puede olvidar



Mario Benedetti

miércoles, 26 de julio de 2006

Es verdad...


Es verdad que el mundo no se limpia de guerra,
no se lava de sangre, no se corrige del odio.
Es verdad.

Pero es igualmente verdad que nos
acercamos a una evidencia:
los violentos se reflejan en el espejo del mundo
y su rostro no es hermoso ni para ellos mismos.

Y sigo creyendo en la posibilidad del amor.
Tengo la certidumbre del entendimiento
entre los seres humanos, logrado
sobre los dolores,
sobre la sangre
y sobre los cristales rotos...

Pablo Neruda
"Confieso que he vivido"

viernes, 21 de julio de 2006

Amor, de tarde...

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha cómo ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico


Mario Benedetti
"El amor, las mujeres y la vida"

martes, 18 de julio de 2006

Pequeñas lecciones de erotismo...



I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
no es tarea fácil -si placentera-
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas

II
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste

III
Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones
niebla en el cerebro
temblor de las piernas
maremoto adormecido de los besos

IV
Instálate en el humus sin miedo
al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada
Muerde la manzana

V
Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos

VI
Escucha caracola del oído
como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua

VII
Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
Navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo
Llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz

VIII
Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago


Gioconda Belli

domingo, 9 de julio de 2006

Quien se arranca el corazón...

Quien se arranca el corazón del pecho en la
noche, quiere alcanzar la rosa.
Suya es su hoja y su espina,
a él le deposita la luz en el plato,
a él le llena los vasos de aliento,
a él le susurran las sombras del amor.
Quien se arranca el corazón del pecho hacia la
noche y lo lanza a lo alto,
ése no yerra el blanco,
ése lapida la piedra,
a él le suena la sangre del reloj,
a él le quita su hora con un golpe el tiempo de
la mano:
él puede jugar con pelotas más bellas
y hablar de ti y de mí.

Paul Celan
(Rumano)

martes, 4 de julio de 2006

Happy new year...

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas. Entonces
la tramo en aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como si
de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos,
el amor de los hombres.

Julio Cortázar

domingo, 2 de julio de 2006

Canto a mí mismo...


Al Gabo Orihuela,
que me regaló este poema,
allá por los años en que nuestra
amistad comenzó a crecer...
¡Te re-quiero!





Me celebro y me canto,

y de aquello que me apropie te debes apropiar,

pues cada átomo que me pertenece también será tuyo.

Me entrego a la quietud e invito a mi alma a que
también lo haga,

mientras me recuesto a mis anchas a mirar un tallo de
hierba estival.

Mi lengua y cada átomo de mi sangre, se formaron de
esta tierra, de este aire,

y he nacido aquí, de padres cuyos padres aquí también
nacieron, lo mismo que sus padres.

A mis treinta y siete años y con una salud perfecta,

he empezado a vivir, y espero no dejar de hacerlo hasta
que muera.


Me he retirado de las escuelas y los credos,

me sirvieron y nunca he de olvidarlo.

Recibo el bien o el mal, permito que todo me hable sin
cuidarme del peligro,

hasta la naturaleza desenfrenada con su energía original

Walt Whitman
Leaves of grass