domingo, 30 de diciembre de 2007

Memorándum...

Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta

Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta

Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte

Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda

Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda

Mario Benedetti

jueves, 27 de diciembre de 2007

Fábricas del Amor...

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.
Cuántas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.
Pura mía,
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra,
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma.

Juan Gelman

miércoles, 26 de diciembre de 2007

75



Gracias, Max...







Hay llamados que me llaman por ti
cuando tú no me llamas.
Llamados tuyos de ayer
que quedaron flotando en el agua del tiempo,
llamados tuyos de mañana
que mañana tal vez yo no pueda escuchar,
llamados tuyos que invento sin notarlo
cuando la soledad se vuelve arisca
o llamados tuyos
que no vienen de ti ni de mí,
como si hubiera entre ambos una autónoma zona
que actúa por su cuenta,
una zona que hemos creado casi sin querer
para que diga tu nombre
y quizá también el mío
sin necesidad de nosotros.

De cualquier modo,
estoy rodeado por tus llamados sin ti,
como una isla por el mar
o una torre por el viento que pasa.

¿Seguirán tus llamados llamándome
cuando ambos no estemos?

La boca vacía no necesita a nadie
para poder seguir nombrando.

Roberto Juarróz

viernes, 21 de diciembre de 2007

Navidad de los campos...

Para el pueril pesebre
de la pascua en la aldea,
un Fra Angelico niño
juega a pintar la tierra.


Y con tan dulce apego
pintó la navidad,
que la empezó por juego
y le salió verdad.


Arriba, un cielo diáfano
con nubes de inocencia
y un pueblo al horizonte
donde las torres sueñan.


De pascuales colores
construyó su pincel
una escala de flores
para el ángel Gabriel.


Y abajo, en infinita
distancia de praderas,
echadas como lagos,
las apacibles bestias.


Dos palomitas blancas
pintó en vuelo también,
y eran José y María
camino de Belén.


¡Oh campesinas pascuas
en que el mundo regresa
a los simples colores
de un dibujo de escuela!


Navidad de los siete
corderitos que van
regados por el campo
¡como migas de pan!

Aquiles Nazoa
(Venezolano)

martes, 18 de diciembre de 2007

Caminando...






Sigo caminando contigo porque quiero
Porque me nace
Porque da gusto tomarnos de la mano y saltar las trampas del camino.
Caminando ya hemos aprendido que podemos caer,
salpicarnos de miedo, de barro.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar
(este verso me lo robó Machado hace muchos años antes de que yo naciera.
Pero valió la pena, le dio buen uso).

Camino por ti para dejarte mis huellas de talla grande.
Para que pises sobre ellas, te guíes, me haga tu camino.

J. L. Maldonado
http://palabrasyescombros.blogspot.com

jueves, 13 de diciembre de 2007

Nota XXII...

huesos que fuego a tanto amor han dado
exiliados del sur sin casa o número
ahora desueñan tanto sueño roto
una fatiga les distrae el alma

por el dolor pasean como niños
bajo la lluvia ajena/una mujer
habla en voz baja con sus pedacitos
como acunándoles no ser/o nunca

se fueron del país o patria o puma
que recorría la belleza como
dicha infeliz/país de la memoria

donde nací/morí/tuve sustancia/
huesitos que junté para encender/
tierra que me entierraba para siempre.

Juan Gelman

sábado, 8 de diciembre de 2007

Por qué cantamos...

Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil

usted preguntará por qué cantamos

si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza

usted preguntará por qué cantamos

si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro

usted preguntará por qué cantamos

cantamos por qué el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino

cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos

cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota

cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta

cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza

Mario Benedetti

Costumbres...

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal

Juan Gelman