miércoles, 30 de mayo de 2012

Elegía...


(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como el rayo Ramón Sijé,
a quien tanto quería.)







Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.


Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas


daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.


Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.


No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.


Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.


Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.


No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.


En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.


Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.


Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.


Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera


de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.


Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.


Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.


A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


Miguel Hernández





domingo, 20 de mayo de 2012

La guitarra...

La guitarra
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula,
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.


Federico García Lorca





martes, 15 de mayo de 2012

La palabra...

En cada ser, en cada cosa, en cada
palpitación, en cada voz que siento
espero que me sea revelada
esa palabra de que estoy sediento.

Aguardo a que la diga el firmamento,
pero su boca inmensa está callada;
la busco por el mar y por el viento,
pero el viento y el mar no dicen nada.

Hasta los picos de los ruiseñores
y las puertas cerradas de las flores
me niegan lo que quiero conocer.

Sólo en mi corazón oigo un sonido
que acaso tenga un vago parecido
con lo que esa palabra puede ser.

Francisco Luis Bernardez




jueves, 10 de mayo de 2012

El silencio del agua...

El silencio del agua,
Meditador silencio
Del agua sensitiva del remanso
Le está diciendo al corazón que escuche:
No palabras, engaño del oído,
Conversación inútil entre sordos
Como vuelo de pájaros sin rumbo.
No rumores del aire inoficioso
Semejante a los labios
De una estéril mujer frente al espejo.
Ni estruendos de torrente sin destino
Que apenas deja espumas
En la aridez sedienta de los cauces.
Ni menos el clamor innumerable
Del mar que sólo baña
Tercamente desiertos farallones.
Dentro de sí su propia voz escuche
Mi corazón: la del amor que tiende
Su red comunicante de armonía
Sobre todos los seres de la tierra.
Aquélla de las fuentes y los ríos,
Heraldos de la vida de los campos.
La del aire que anuncia el nacimiento
De la aurora en el canto de los pájaros
Y es música en la danza de las flores
Y al polen fecundante
Como también al regalado aroma
Sirve de enamorada mensajera.
La voz que en litorales y horizontes
Carga y descarga en sucesión alterna
Las naves del espíritu del hombre
Con la palpitación del universo.


José Antonio Escalona




sábado, 5 de mayo de 2012

Hora cero...

acá no pasa nada
el tiempo es la ilusión que hago de él
los días se repiten
o es el viento de agosto que los mezcla
los amigos no llaman
la tele corta la realidad en trocitos
me trae a casa un mundo desglosado
ellos pasan la noche bajo la lluvia
le dan duro a la fe
para mañana
san cayetano ya los habrá olvidado
acá no pasa nada
los amigos no escriben
o es el viento de agosto
la cámara me acerca un detalle del mundo
el brillo malicioso en los ojos del cana que
el abuelo con la pancarta en alto que
sangre de otros
un derrumbe
una bomba
una primer ministro en pakistan
se confunden los buenos y los malos
o es el viento de agosto que
el mundo siempre gira en otra parte
por acá no pasó
acá a esta hora lo único que pasa
es el camión de la basura


Laura Yasán
(Argentina)