jueves, 24 de diciembre de 2009

A su hijo recién nacido...


Duerme, mi niño, duerme
que estoy en vilo.
Que no se entere nadie
de que has venido.

Que contengan los ángeles
su regocijo,
porque hasta que amanezca
sólo eres mío.

Ya vendrán los pastores
con el rocío,
para mirar la rosa
que hay en tu ombligo.

Duerme, mi niño, duerme,
duerme tranquilo,
oculto en mi regazo
tu poderío.

Caballitos de arena,
canela y trigo,
te prestan un galope
rubio de rizos.

Terroncito de luna,
viento dormido,
si te tengo en mis brazos
¿por qué suspiro?

No, que no, que no vengan
por los caminos
los miedos de los clavos
y los martillos.

No estoy llorando ¿sabes?
Es que te miro,
y mis ojos reflejan
tu luz, mi niño.

Ya sé que por tu frente
cruzan sus hilos
las agujas oscuras
de los espinos,

aunque aún en el huerto
de tu albedrío
no te duele la sombra
de los olivos.

Y serás en la mesa
-rosas y lirios-
para todos los hombres
el pan y el vino,

pero ahora perdóna-
me si te pido
que seas esta noche
sólo mi niño.

José Javier Aleixandre

sábado, 19 de diciembre de 2009

Trasmundo...

Más allá del deseo y su luz torpe,
más allá de la risa, al otro lado
de ese instante sin tiempo o la nostalgia,
lejos de la razón, de la locura,
más allá de mí mismo, de la vida,
tan inútil, tan vieja conocida,
más allá de estos sueños, de esta muerte:
tras de la sombra en llamas de tus ojos.

Abelardo Linares
(Español)

martes, 15 de diciembre de 2009

Enamorarse y no...

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo

Mario Benedetti

domingo, 13 de diciembre de 2009

El Amor...

Una vez el amor de dos nómades
duró una lluvia.
Cuando se despidieron, mojados y vivos,
supieron que volverían a amarse
en todas las lluvias por venir
aunque nunca más volvieran
a encontrarse...

Lía Schenck
"El retorno de los nómades"
(Uruguaya - Contemporánea)

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ausencia de amor...

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.


Juan Gelman

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Andamios en el viento...

Yo edifiqué este amor.
Con fragmentos de oscuras inocencias,
con torpes esqueletos de caricias,
con harapos de sueños,
con astillas de heridas sin cerrojos,
con retazos de olvidos,
con silencios,
con este terco corazón obrero
enhebrando
una a una
las miradas
hasta llegar al beso.


Yo edifiqué este amor.
Me desollé las manos
y el alma
para hacerlo.
Desgarré la agonía de mis pieles
en el seco perfil de tus misterios,
en tu salvaje lluvia de raíces,
en tu escasa ternura,
en la eterna aspereza de tus miedos,
en el rencor marchito de tu zarza,
en la estirpe indomable de tus fuegos.


Yo edifiqué este amor.
Establecí mi sumisión descalza
como piedra y cimiento,
lo parí con la fuerza de la tierra
en la orilla de enero,
lo afirmé como hiedra a tus murallas
de aguijones sin tiempo...
y lo sostengo
a pura garra y dientes
entre racimos de cuchillos negros.


Norma Segades Manias
(Argentina)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Inventario de lugares propicios al amor...

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿Adónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

Angel González
(Español)

sábado, 5 de diciembre de 2009

La diosa blanca...


Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles.
Hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.


Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mí es la diosa, la novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la condenable a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.


A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego, espero volver a verte algún día.
Adiós, espuma del aire, isla que dura un instante.


José Emilio Pacheco
Premio Cervantes 2009
(Mexicano - Contemporáneo)



La foto pertenece a mi amigo Tomás
que me la regaló el  invierno pasado ;)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Incendio...

Las escaleras gotean
Llaman chasqueando

Brilla el suave barandal
Lo toco y siento
Subo y siento
Paso a paso, medida tras acto malabar
Tomo el silencio como el abrigo de siempre
Guardo los túneles que no han tenido luz

Para que alumbren

Belkys Arredondo
(Venezolana)

domingo, 29 de noviembre de 2009

Poesía...

La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa...

José Hierro
(España, 1922 - 2002)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Indicios...

atravesar la niebla
(el abrazo que fue fugaz
como la brisa)


se van hundiendo los pies


y quizás es la única
certeza

Any Lagos
(Argentina)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

El cielo ya no es esperanza...

El cielo ya no es una esperanza,
sino tan sólo una expectativa.
El infierno ya no es una condena,
sino tan sólo un vacío.

El hombre ya no se salva ni se pierde:
tan sólo a veces canta en el camino.

Roberto Juarroz

lunes, 23 de noviembre de 2009

Nombres destinados...

Has vuelto a nombrarla
ella está sobre las olas de un mar que renueva la vida
la que buscó en tu memoria los signos de otro tiempo
la que horadó con manos temblorosas los artificios de tu
existencia


hoy es una probable marcha al infortunio
se oculta de las agorerías
forja una ilusión tejida a fuerza de llantos
de noches donde escarbar historias muertas


ella partió a otro riesgo en camino de difícil destino
está indagando en las fuentes el por qué de los finales
tratando de entender esa antigua sentencia donde todo
termina
y siembra preguntas en campos desolados
en praderas donde el calor y el frío son un mismo cadalso
fija sus retinas en cada partícula hasta enturbiar paisajes
no niega la ceniza de los continentes
lo clavado en el cerebro para siempre
como un aguijón de tela dura
que muerde las entrañas de la despedida
está tratando de irse del recuerdo y vuelve a él
como a un sortilegio maligno que liga los hechos


tu búsqueda será en fronteras de un paisaje distante
y su ausencia una visión del dominio que les fue concedido
para elaborar una historia magnifica donde quedaron
atrapados eternamente

María del Carmen Suárez
(Argentina)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Amanecer...

Una vez más reaparece
el día de ayer, ya dado
por muerto y por enterrado.
Otra vez desaparece

el silencio y me amanece
otra vez a nuestro lado.
No sé si será pecado.
A mí no me lo parece.

En este día cualquiera
párate a ver cómo canta,
antes que me vaya fuera,

mi corazón en tu mano
y tu boca en mi garganta
por la mañana temprano.


Manuel Alcántara
(Español - Contemporáneo)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Chau número tres...

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres

sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro

te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota

te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía

pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono

estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos

estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra

estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen

y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote

Mario Benedetti

martes, 17 de noviembre de 2009

Entonces...

Entonces el beso conocía el norte y el sur,
el este y el oeste de toda cartografía
como si antes de labio en medio de la lluvia
hubiera sido rosa de los vientos
o brújula del corsario de los siete mares.
Nada estaba preparado
-dormían las leyendas su sueño abisal-
y sin embargo no cabía margen alguno de error:
cada noche atracaba en su alborada,
cada zozobra en su bahía,
cada deseo en su rompeolas.
Así era el amor,
volver a casa
con la red llena de certidumbres

nunca un naufragio en alta muerte
silenciosa
como ahora.

Almudena Guzmán

viernes, 13 de noviembre de 2009

Regreso al mar...

Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.

No hay quien como la mar familiarice
ni quien como la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.

Vamos de nuevo al mar; quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es a la par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.






Andrés Eloy Blanco
(Venezolano)

lunes, 9 de noviembre de 2009

El alma tenías...

El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
—soñaba altos muros
guardándote el alma—
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma,
pero no tenía,
de franca que era,
entradas tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma

Pedro Salinas


jueves, 5 de noviembre de 2009

Hay ventanas que pueden habitarse...


La ventanilla de un tren
puede llegar a contener el mundo en un instante.

Rosana Acquaroni

(Española)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Punto final...




La tristeza es un árbol inclinado

Te fuiste a esa hora en que amanece la niebla y la distancia
Y todavía pienso en el mañana como si estuvieras
¿Qué quedará cuando hasta tu aroma
se escurra por debajo de la puerta siguiendo tu camino?
Dos copas
Dos silencios
Dos pocillos
Quien sabe una luz menos en la calle que anduvimos
o esta llovizna triste colgando algún ladrido
en las ventanas apagadas
¿Qué quedará de tantos sueños trasnochados
de nuestros códigos secretos
nuestros gestos
nuestras mañas?
No mucho más que la ilusión enfriándose en la almohada
O el mismo dolor desconsolado de una vida en el destierro
O algún recuerdo aferrándose a la lluvia
O sólo dos colillas blanqueando el cenicero
O simplemente nada

Roberto Esmoris Lara
(Argentino y amigo queridísimo)

viernes, 30 de octubre de 2009

Noche de Halloween...




Era Halloween por la noche
no se oía ningún coche.
Una bruja pasó por mi ventana
en una escoba iba montada.
Yo me le quedé mirando aterrorizada
y ella soltó una carcajada.
Por mi ventana se coló
y su viejo sombrero me regaló.
Un puñado de caramelos metió en mi calabaza
yo sonreí y le di las gracias.
Era hora de irse a la cama
y me metí en ella con desgana.
La bruja dio media vuelta
y salió por la ventana.


Isabella Leal Martínez
Este poema es fruto de un trabajo
del cole de mi hija Isabella, nos
divertimos muchísimo rimando :)

miércoles, 28 de octubre de 2009

Romance de la luna, luna...

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.

Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Federico García Lorca

sábado, 24 de octubre de 2009

Lejanía...

Mi ser henchido de barcos blancos.
Mi ser reventando sentires.
Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos.
Quiero destruir la picazón de tus pestañas.
Quiero rehuir la inquietud de tus labios.
¿Por qué tu visión fantasmagórica redondea
los cálices de estas horas?

Alejandra Pizarnik

martes, 20 de octubre de 2009

Te espero...



Te espero cuando la noche se haga día
suspiros de esperanzas ya perdidas
No creo que vengas lo sé
sé que no vendrás
Sé que la distancia te hiere
sé que las noches son más frías
Sé que ya no estás
Creo saber todo de ti
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte
Pues sé que no vendrás
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida
Quizás por el resto de nuestras vidas
Es triste hablar así
Cuando el día se me hace de noche
Y la Luna oculta ese Sol tan radiante
Me siento sólo lo sé
nunca supe de nada tanto en mi vida
solo sé que me encuentro muy sólo
y que no estoy allí
Mis disculpas por sentir así
nunca mi intención ha sido ofenderte
Nunca soñé con quererte
ni con sentirme así
Mi aire se acaba como agua en el desierto
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro
Mi esperanza de vivir eres tú
y no estoy allí
¿Por qué no estoy allí? te preguntarás
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo…

Mario Benedetti

lunes, 12 de octubre de 2009

Noches de magia...

Hay noches donde la magia
es una hilera de alhelíes perfumándonos.
Noches de aves del paraíso.

Sembramos gloxíneas y prímulas,
y hacemos fragancias de la nada.

Hay días en que las espinas son un techo a las zarzamoras:
si metemos las manos con cuidado
habrá delicias en las bocas.

Días que no son espinosos, y sin embargo
escuece imaginar siquiera
a las godítias enramadas con las ipóneas.

Entonces la magia se muda de jardín,
se acomoda en otro cantero
donde no sea esfuerzo hacer surcos
para los esquejes de cinarias y ficus.

Son tan escasas las estaciones de magia...
tan insuficientes las aves del paraíso...
tan engorroso prender tallos de crisantemos...

Es una pena
no hacer cantera en la carne:
canal concéntrico para fuentes inmutables de agua.

María Luisa Lázaro
(Venezolana - Contemporánea)

jueves, 8 de octubre de 2009

Te amo...



Te amo por todas las mujeres que no he conocido.
Te amo por todos los tiempos que no he vivido.
Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente.
Por la nieve que se funde por las primeras flores.
Por los animales puros que el hombre no persigue.
Te amo por amar.
Te amo por todas las mujeres que no amo.

Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco
sin ti no veo más que una planicie desierta.
Entre antes y ahora
están todas estas muertes que he sorteado sobre paja.
No he podido atravesar el muro de mi espejo.
Tuve que aprender la vida como se olvida
palabra por palabra

Te amo por tu sabiduría que no me pertenece.
Te amo contra todo lo que no es más que ilusión.
Por el corazón inmortal que no poseo
crees ser la duda y no eres sino razón.
Eres el sol que me sube a la cabeza
cuando estoy seguro de mí.

Paul Éluard


domingo, 4 de octubre de 2009

Nostalgia...

¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel


Mario Benedetti

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Alhambra...



Grata la voz del agua
a quien abrumaron negras arenas,
grato a la mano cóncava
el mármol circular de la columna,
gratos los finos laberintos del agua
entre los limoneros,
grata la música del zéjel,
grato el amor y grata la plegaria
dirigida a un Dios que está solo,
grato el jazmín.

Vano el alfanje
ante las largas lanzas de los muchos,
vano ser el mejor.
Grato sentir o presentir, rey doliente,
que tus dulzuras son adioses,
que te será negada la llave,
que la cruz del infiel borrará la luna,
que la tarde que miras es la última.

Jorge Luis Borges

sábado, 26 de septiembre de 2009

Cinco poemas para Cris...



I


Ya mucho más allá del mezzo
«camin di nostra vita»
existe un territorio del amor
un laberinto más mental que mítico
donde es posible ser
lentamente dichoso
sin el hilo de Ariadna delirante
sin espumas ni sábanas ni muslos.


Todo se cumple en un reflejo de crepúsculo
tu pelo tu perfume tu saliva.
Y allí del otro lado te poseo
mientras tú juegas con tu amiga
los juegos de la noche.


II


En realidad poco me importa
que tus senos se duerman
en la azul simetría de otros senos.
Yo los hubiera hollado
con la cosquilla de mi roce
y te hubieras reído justamente
cuando lo necesario y esperable
era que sollozaras.


III


Sé muy bien lo que ganas
cuando te pierdes en el goce.
Porque es exactamente
lo que yo habría sentido.


IV


La justa errata
habernos encontrado al final del día
en un paseo púbico.


V


Me gustaría que creyeras
que esto es el irrisorio juego
de las compensaciones
con que consuelo esta distancia.
Sigue entonces danzando
en el espejo de otro cuerpo
después de haber sonreído
apenas
para mí.


Julio Cortázar

martes, 22 de septiembre de 2009

El niño amaestrado...

Miraba sus piececitos tapiados
como tallados litorales.
Huir de la tiranía de sus pasos
le haría bien.
Palabras
........Descalzándose
.....................Sin tiempo.

Roxana Acquaroni

(Española)


viernes, 18 de septiembre de 2009

Deseo...



¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto
por eso hablo

Alejandra Pizarnik

lunes, 14 de septiembre de 2009

Nos sobran motivos...

Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.



Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.



A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
estos ojos no lloran más por ti.

Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó
este helado de fresa de la venganza
esta empresa de mudanza
con los muebles del amor.

Esta campana mora en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas,este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tus caderas,
estas ganas de nada, menos de tí
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremalleras,
ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alterne
este racimo de pétalos de sal
este huracán sin ojos que lo gobiernen
este jueves,este viernes
y el miércoles que vendrá

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.

Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que éstos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "con Dios" a los dos
nos sobran los motivos.

Este nido de pájaro disecado
este perro andaluz sin domesticar
este trono de príncipe destronado
esta espina de pescado
esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas
esta horma de zapato de Barba Azul,
qué poco rato dura la vida eterna
por el túnel de tus piernas,
entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida
con su terco knock,knockin'on heaven's door,
estos labios que saben a despedida
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación

Este ladrón aparcado en tu toga
la rueca de Penélope en Luna Park
estos celos que sueñan que te desnudan
esta caracola viuda
sin la pianola del mar.

Joaquín Sabina

jueves, 10 de septiembre de 2009

Allí...

Nadie te enseña nada.
Nadie te enseña a ser vaca.
Nadie te enseña a volar en el espanto.
Mataron a miles de compañeros y nadie te enseña
a hacerlos de nuevo.
¿Cómo hago,
cómo hago yo?
¿hay que romper la memoria para que se vacíe
/como un vaso roto?
Me consuelo estúpidamente.
Miro navegar rostros en mi sangre y me digo
que no murieron aún.
Pero mueren aún
Y yo mismo, ¿qué hago mirando cada rostro?
¿Me muero en ellos cada vez?
En alguna telita del futuro habrán escrito /sus nombres.
Pero la verdad es que están muertos,
amortajados por la incomprensión.
Alzan sueños sin método
contra la vida chiquita.

Juan Gelman

lunes, 7 de septiembre de 2009

Abdicación...

Tómame, oh noche eterna, en tus
brazos y llámame hijo.

Yo soy un rey que
voluntariamente abandoné mi
trono de ensueños y cansancios.

Mi espada, pesada en brazos
flojos, a manos viriles
y calmas entregué;
y mi cetro y corona yo los dejé
en la antecámara, hechos pedazos.

Mi cota de malla, tan inútil,
mis espuelas, de un tintineo tan fútil,
las dejé por la fría escalinata.

Desvestí la realeza, cuerpo y alma,
y regresé a la noche antigua y serena
como el paisaje al morir el día.

Fernando Pessoa

jueves, 3 de septiembre de 2009

Bajo la lluvia...



¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
y voy, senda adelante,
con el alma ligera y la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
llena de la voluptuosidad de no pensar.

Un pájaro se baña
en una charca turbia. Mi presencia le extraña,
se detiene... me mira... nos sentimos amigos...
¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!
Después es el asombro
de un labriego que pasa con su azada al hombro
y la lluvia me cubre de todas las fragancias
de los setos de octubre.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado
como un maravilloso y estupendo tocado
de gotas cristalinas, de flores deshojadas
que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Y siento, en la vacuidad
del cerebro sin sueño, la voluptuosidad
del placer infinito, dulce y desconocido,
de un minuto de olvido.
Llueve, llueve, llueve,
y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.

Juana de Ibarbourou

sábado, 15 de agosto de 2009

Los amigos...

En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

Julio Cortázar

lunes, 10 de agosto de 2009

El ángel se contempla a sí mismo...

Los hombres tienen
un apetito voraz por las alturas.
Cierran los ojos y sueñan
otra delicia y otra tierra menos seca,
pero nada saben en el esplendor de su inocencia.

El cielo es eternamente azul y somos bellos.
Más quién desde aquí podría decir
yo amo, yo tengo,
la fruta está madura, ¿es para hoy?
Aquí estamos todos
para siempre a la vuelta del deseo.

Alas para volar ¿a dónde?
No somos de nadie,
a nadie esperamos.
Ostentamos como un lujo
la media sonrisa de otra muerte.

Alicia Torres
(Venezolana - Contemporánea)


miércoles, 5 de agosto de 2009

La extranjera...



Contra su bautismo natal
el nombre secreto con que la llamo: Babel.
Contra el vientre que la disparó confusamente
la cuenca de mi mano que la encierra.
Contra el desamparo de sus ojos primarios
la doble visión de mi mirada donde se refleja.
Contra su altiva desnudez
los homenajes sacros
la ofrenda del pan
del vino y el beso.
Contra la obstinación de su silencio
un discurso largo y lento
salmodia salina
cueva hospitalaria
signos en la página,
identidad.
Cristina Peri Rosi

martes, 28 de julio de 2009

Memoria de esta tierra...



Memoria de esta tierra junto al cielo
Con nubes al alcance de la mano,
Y horizontes tan cerca de los ojos
Que sus contornos cierran la montaña.
¡Provincia de las fuentes y los trigos
Y frutales aromas en la brisa;
Dulce país de nieblas y claveles
Dormido en un sosiego melodioso!
Galería de lienzos vegetales
Alzada entre columnas de arcoiris,
Donde la luz enciende mariposas.
¡Bajo su clima de altitud y égogla
—Gemela del amor— mi poesía
Descubrió la raíz de su destino!

José Antonio Escalona
(venezolano)

Foto: Vista panorámica de El Ávila,
Caracas, Venezuela

jueves, 23 de julio de 2009

Me sirve, no me sirve...

La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve

no me sirve tan mansa
la esperanza

la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve

no me sirve tan sabia
tanta rabia

el grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve

no me sirve tan bueno
tanto trueno

el coraje tan docil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve

no me sirve tan fría
la osadía

si me sirve la vida
que es vida hasta morirse
el corazon alerta
si me sirve

me sirve cuando avanza
la confianza

me sirve tu mirada
que es generosa y firme
y tu silencio franco
si me sirve

me sirve la medida
de tu vida

me sirve tu futuro
que es un presente libre
y tu lucha de siempre
si me sirve

me sirve tu batalla
sin medalla

me sirve la modestia
de tu orgullo posible
y tu mano segura
si me sirve

me sirve tu sendero
compañero

Mario Benedetti

lunes, 20 de julio de 2009

Como si cada beso...

Como si cada beso
fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
tal vez ya nos toque
en el hombro la mano que llama
a la barca que no viene sino vacía;
y que en el mismo haz
ata lo que fuimos mutuamente
y la ajena suma universal de la vida.

Fernando Pessoa

Toque de queda...




Qué íbamos a hacer, la puerta estaba bajo guardia
Qué íbamos a hacer, estábamos encerrados
Qué íbamos a hacer, la calle habían cerrado
Qué íbamos a hacer, la cuidad estaba bajo custodia
Qué íbamos a hacer, ella estaba hambrienta
Qué íbamos a hacer, estábamos desarmados
Qué íbamos a hacer, al caer la noche desierta
Qué íbamos a hacer, teníamos que amarnos.

Paul Éluard

miércoles, 15 de julio de 2009

Si Tú No Existieras...


Feliz cumpleaños, MaryC.
Quisiera estar a tu lado para celebrar
en este día tan especial, pero me queda
el consuelo de saber que no importa el
rincón del mundo donde te encuentres
físicamente, porque siempre estarás en
lo más profundo de mi corazón...


Pedro



Si tú no existieras, el mundo sería un mudo alarido,
la triste cadencia de versos fantasmales
Cacofonías silenciosas, como odas al olvido.

Si tú no existieras, sería un mundo de pasados irreales
De sueños preñados por un recuerdo secreto
Poblado por fantasmas sin mundos materiales.

Si tú no existieras, el mundo estaría incompleto
Sería la noche sin el día, la tristeza sin alegría
Un cuadro sin pintar, el universo en un boceto.

Si tú no existieras, vagaría la soledad inconcebible
Buscando la canción de la noche con su arrullo
Para adormecer mi dolor por un amor imposible
Que solo hallaría en un corazón como el tuyo




Pedro Rico
(Venezolano y amigo queridísimo)

miércoles, 1 de julio de 2009

Cómo pesa el amor...

Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como luna
apenas clara entre las luciérnagas.

Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.

Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido...

Gioconda Belli

sábado, 27 de junio de 2009

Once...

Ningún padre de la iglesia
ha sabido explicar
por qué no existe
un mandamiento once
que ordene a la mujer
no codiciar al hombre
de su prójima

Mario Benedetti

martes, 23 de junio de 2009

La extranjera...

La extranjera no sabe
que su sangre es su casa, que
todo pájaro suyo
sólo ahí puede cantar y abrir
alas de su verano y se abalanza,
alcanza, lanza, alza
como una sed de mundo
que no se puede apagar.
El pájaro encendido cuida
los huecos de la pérdida como
joyas perdidas sin remedio.
Canta allí, loco de luz, no renuncia
a mis monstruos, valiente.
La hora de los dioses
junta los pies
de ese camino.

Juan Gelman


sábado, 20 de junio de 2009

Al límite del aire vas...

Al límite del aire vas y allí
te diluyes.
Tú misma subes
a lo más alto del día
No hay memoria de ti
sino una pura creación,
un reverbero que no requiere palabras.


Lo que yo puedo cercar
o acercar de ti
mucho se parece a un muro de arena,
ha tiempo que su puerta echó a andar
a solas,
no quedan ya rincones
para llorar.


Pero tú me rodeas
como una gran voz callada.
Un largo adiós pone mis manos
en su sitio.
Escribirte es como conducir al mar
un campo de tulipanes,
no requiere palabras.


Y permanezco mudo
mientras te mueves a mi alrededor.
Nervaduras de un ojo fijo
en mi corazón
tejen su telaraña de amor letal.


Emilio Sosa Lopez

miércoles, 17 de junio de 2009

Oración...



Líbranos, Señor,
de encontrarnos,
años después,
con nuestros grandes amores.

Cristina Peri Rosi