jueves, 27 de marzo de 2008

Trenes quietos...

No quiero oír hablar de trenes que se van.
Ni mirar relojes.
Ni sufrir andenes.
Ni presentir el álamo y la arena.
Ni dejar la ciudad del crimen sin castigo.
Ni abandonar las ratas con sus crestas de gallo.
Nada.
Quiero quer todo se detenga.
Que no haya valijas ni amores extraviados.
Ni ilusión cancelada.
Ni sueños con demora.
Ni suelos para el paso.
Ni paisajes cambiantes.
Que enmudezcan las voces del "your-attention-please"
y del vendedor de diarios.
Que nadie se vaya nunca más.
¿Por qué partir si es como morir un poco?
No son buenas las cosas a medias.
Que todo sea eterno, inmóvil, para siempre.

Roberto Esmoris Lara

lunes, 24 de marzo de 2008

Lo que se ha perdido...



Lo que se ha perdido,
lo que se debería haber perdido,
lo que se ha conseguido y ha satisfecho por error,
lo que amamos y perdimos y,
después de perderlo,
vimos,
amándolo por haberlo tenido,
que no lo habíamos amado;
lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos;
lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción;
y el mar en todo,
llegando allá,
rumoroso y fresco,
del gran fondo de toda la noche,
a agitarse fino en la playa,
en el decurso nocturno de mi paseo a la orilla del mar.

Fernando Pessoa

lunes, 17 de marzo de 2008

Noche de lluvia...

Llueve... espera, no duermas.
Estate atento a lo que dice el viento,
y a lo que dice el agua que golpea
con sus dedos menudos en los vidrios.
Todo mi corazón se vuelve oídos
para escuchar a la hechizada hermana
que ha dormido en el cielo,
que ha visto el sol de cerca,
y baja ahora elástica y alegre de la mano del viento,
igual que una viajera que torna
de un país de maravilla.
Cómo estará de alegre el trigo, amante.
Con qué avidez se esponjará la hierba,
cuántos diamantes colgarán ahora
del ramaje profundo de los pinos.
Espera, no te duermas.
Escuchemos el ritmo de la lluvia.
Apoya entre mis senos tu frente taciturna.

Juana de Ibarbourou

miércoles, 12 de marzo de 2008

Quiero...

Quiero tocar tu piel
la materia que viene
desde el nacimiento del orbe.

Quiero conocer el sentido
de tus células
para unir mi voz
a la voz
de la materia.

Quiero sembrarme
en medio de tus brazos,
habitar el núcleo
de tu morada
y aprehender la vida
en tus venas.

Luis Alberto Machado
"Canto a la Mujer"
(Venezolano)

domingo, 9 de marzo de 2008

La isla ignorada...

Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
—sola sólo—.

Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.

Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.

Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.

¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!

Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!

A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
—manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo—.

Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz —que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo—...


Gloria Fuertes

sábado, 8 de marzo de 2008

Medidas de longitud...

Ocho minutos luz
separan
al sol de la tierra.

Cuatro jornadas mula
separan
al valle de la sierra.

Diecisiete mil siglos tortuga
separan
tu realidad y mi sueño.

Medio milisegundo pez payaso
separa
mi alegría de tu cuerpo.


Lorenzo Facorro