jueves, 28 de junio de 2007

Consejos a mi misma...

No hables jamás
desde la cima helada de los años.
Aprende a blasfemar a carcajadas.
Empápate de lucidez
hasta que te salten los sesos en el cráneo.
Asume insomnio
con más sueños que vergüenza,
con ese cansancio total, ya sempiterno,
que te acompaña.
Ama como se llora, a borbotones,
sin ira y sin esquinas,
sin plazos ni mañana.
Mira, escucha,
usa los sentidos como herramientas
-son auroras boreales de la vida-
no los condenes a infiernos tibios
y noches como mortajas.
Y ama cuanto sepas,
de una vez por todas cada día
porque la virtud afea el cutis
y estropea la vesícula biliar.

Clotilde Tambroni

martes, 26 de junio de 2007

El día...


Amaneció sin ella.
Apenas si se mueve.
Recuerda.


(Mis ojos, más delgados,
la sueñan.)


¡Qué fácil es la ausencia!


En las hojas del tiempo
esa gota del día
resbala, tiembla.


Jaime Sabines

sábado, 23 de junio de 2007

Amor antigüo...


A mi paisano bello, el Buhonero Poeta,
por darme a conocer estos hermosos versos...








Amor antiguo, cuya sombra empaña
mi cariñosa propensión de ahora,
eres como una sombra de montaña
sobre el encendimiento de la aurora.

Amor antiguo, cuya pesadumbre
traba la agilidad de mi alegría,
eres la tiranía de la cumbre
contra la libertad del mediodía.

Amor antiguo, cuya voz sofoca
la nueva vocecita del cariño,
eres palabra de proyecta boca
en una boca inédita de niño.

Amor antiguo, cuyo sentimiento
hace caber el mundo en nuestro llanto,
eres el alma convertida en viento
y eres el viento convertido en canto.

Amor antiguo, cuya remembranza
cada amorosa perspectiva cierra,
eres esa emoción que sólo alcanza
quien se acuerda del mar desde la tierra
.

Francisco Luis Bernardez

jueves, 21 de junio de 2007

Soneto enamorado...

Dulce como el arroyo soñoliento,
mansa como la lluvia distraída,
pura como la rosa florecida
y próxima y lejana como el viento.

Esta mujer que siente lo que siente
y está sangrando por mi propia herida
tiene la forma justa de mi vida
y la medida de mi pensamiento.

Cuando me quejo, es ella mi querella,
y cuando callo, mi silencio es ella,
y cuando canto, es ella mi canción.

Cuando confío, es ella la confianza,
y cuando espero, es ella la esperanza,
y cuando vivo, es ella el corazón.

Francisco Luis Bernardez

lunes, 18 de junio de 2007

Song from a blue secret garden...





Notas de violín que me transportan
hoy no hay llanto mojando los versos
hay emoción en cada fibra de mi ser
hay intensidad, hay Azules
soy yo... y tú...
nosotros...

Cierro los ojos y estás
sin rostro, sin nombre
Tú, tu esencia
los siglos que he recorrido
para encontrarte
-encontrarnos-
La voz de aquel te amo
que no te atrevías a decir
y yo te bordé en la boca
La voz que me devuelve el suelo
cuando todo estalla por los aires
La caricia que no me has dado
pero que me quema la piel
al recordarla...

El violín me vuelve etérea
entre sus notas
fuego y luz
aire, brisa
mi alma se escapa buscándote...
y te encuentra...

Yo solo quiero extender las manos
y que estés
que la punta de mis dedos
palpen
reconozcan
caminen
los poros que han estado por
siempre en la memoria de mis dedos
el Amor que ha ido creciendo
en mi
para ti
siempre...
siempre...




Córdoba, 18 de Junio de 2007

jueves, 14 de junio de 2007

Ahora...




Ahora que sonrío enternecida
no hay dolor que os conmemore,
confieso que os amé por naderías:
un rizo en la nuca, el gesto sorprendido,
la risa, la tristeza, la voz, una palabra,
una mirada esquiva o un temblor.
Y no sé quiénes fuísteis
ni me importa.

De todo lo vivido
recuerdo la tibieza de un abrazo,
un gesto adormilado,
un perfil a contraluz en la ventana,
y esa inmensa grisalla emocional,
de hombres satisfechos.

Sólo recuerdo un amante de paso,
que nada me ofreció
que no fuera cierto y no fuera hermoso.
Y aquella alegría iconoclasta
de su adiós sin promesas,
fue un canto a la vida que aún resuena.

Clotilde Tambroni

miércoles, 13 de junio de 2007

Cantora nocturna...




La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul,
hay un caballo blanco, hay un corazón verde
tatuado con los ecos de los latidos de su corazón muerto.
Expuesta a todas las perdiciones,
ella canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte.
Y a pesar de la niebla verde en los labios
y del frío gris en los ojos,
su voz corroe la distancia que se abre
entre la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.

Alejandra Pizarnik

jueves, 7 de junio de 2007

Flor de ayer...


Roto el jarrón.
La flor durmió
todo un invierno.
Sé cómo termina un amor,
cómo se ha ido.

Alfonso Calderón
(Chileno)

martes, 5 de junio de 2007

Moradas Mariposas...



Fui semilla de sol plantada en la tierra
parida por un tornado de agua
entre polvo estelar y alarido de colores.

Yo quería nacer mariposa,
águila
y que me crecieran doradas plumas,
pero nací higuera de enormes raíces
y me salieron ramas
y de las ramas hojas
y me nacieron ojos en la corteza.

De las hojas brotaron palomas
y acunaron suspiros mis rojos dedos,
y mis manos abanicaron tinieblas
y probé la manzana del Edén.

Supe del sabor de la sangre
y me punzaron los huesos
y aprendí a llorar con mi sombra
y a cargar la cruz del fruto de María,
pero también probé la miel sagrada de la rosa
y la carne del cordero
y tuve sangre virgen en las venas
y entre mis piernas el jugo de Adán corrió.

Mi vientre parió moradas mariposas
que alimenté con savia pura de abeja
y me convertí en olmo
para defender los frutos
y ni sequías
ni tempestades
arrancaron mi tronco de la tierra.

Cantaron muchas primaveras con sus inviernos,
maduraron los higos y a la vida cayeron
y se olvidaron de este árbol
y desnudas quedaron mis ramas.


Dejé de ser higuera y olmo,
me crecieron alas
y en las plumas colores
y en los colores agua
y me convertí en pez-golondrina.

Mis lágrimas humedecen las escamas
y los suspiros hacen volar mis alas
cuando veo las semillas que mis frutos dieron.

Soy feliz de haber nacido higuera,
volverme olmo
y ahora ser pez-golondrina
sin nido fijo y sin cadenas.

Lina Zerón