domingo, 29 de noviembre de 2009

Poesía...

La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa...

José Hierro
(España, 1922 - 2002)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Indicios...

atravesar la niebla
(el abrazo que fue fugaz
como la brisa)


se van hundiendo los pies


y quizás es la única
certeza

Any Lagos
(Argentina)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

El cielo ya no es esperanza...

El cielo ya no es una esperanza,
sino tan sólo una expectativa.
El infierno ya no es una condena,
sino tan sólo un vacío.

El hombre ya no se salva ni se pierde:
tan sólo a veces canta en el camino.

Roberto Juarroz

lunes, 23 de noviembre de 2009

Nombres destinados...

Has vuelto a nombrarla
ella está sobre las olas de un mar que renueva la vida
la que buscó en tu memoria los signos de otro tiempo
la que horadó con manos temblorosas los artificios de tu
existencia


hoy es una probable marcha al infortunio
se oculta de las agorerías
forja una ilusión tejida a fuerza de llantos
de noches donde escarbar historias muertas


ella partió a otro riesgo en camino de difícil destino
está indagando en las fuentes el por qué de los finales
tratando de entender esa antigua sentencia donde todo
termina
y siembra preguntas en campos desolados
en praderas donde el calor y el frío son un mismo cadalso
fija sus retinas en cada partícula hasta enturbiar paisajes
no niega la ceniza de los continentes
lo clavado en el cerebro para siempre
como un aguijón de tela dura
que muerde las entrañas de la despedida
está tratando de irse del recuerdo y vuelve a él
como a un sortilegio maligno que liga los hechos


tu búsqueda será en fronteras de un paisaje distante
y su ausencia una visión del dominio que les fue concedido
para elaborar una historia magnifica donde quedaron
atrapados eternamente

María del Carmen Suárez
(Argentina)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Amanecer...

Una vez más reaparece
el día de ayer, ya dado
por muerto y por enterrado.
Otra vez desaparece

el silencio y me amanece
otra vez a nuestro lado.
No sé si será pecado.
A mí no me lo parece.

En este día cualquiera
párate a ver cómo canta,
antes que me vaya fuera,

mi corazón en tu mano
y tu boca en mi garganta
por la mañana temprano.


Manuel Alcántara
(Español - Contemporáneo)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Chau número tres...

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres

sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro

te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota

te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía

pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono

estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos

estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra

estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen

y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote

Mario Benedetti

martes, 17 de noviembre de 2009

Entonces...

Entonces el beso conocía el norte y el sur,
el este y el oeste de toda cartografía
como si antes de labio en medio de la lluvia
hubiera sido rosa de los vientos
o brújula del corsario de los siete mares.
Nada estaba preparado
-dormían las leyendas su sueño abisal-
y sin embargo no cabía margen alguno de error:
cada noche atracaba en su alborada,
cada zozobra en su bahía,
cada deseo en su rompeolas.
Así era el amor,
volver a casa
con la red llena de certidumbres

nunca un naufragio en alta muerte
silenciosa
como ahora.

Almudena Guzmán

viernes, 13 de noviembre de 2009

Regreso al mar...

Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.

No hay quien como la mar familiarice
ni quien como la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.

Vamos de nuevo al mar; quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es a la par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.






Andrés Eloy Blanco
(Venezolano)

lunes, 9 de noviembre de 2009

El alma tenías...

El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
—soñaba altos muros
guardándote el alma—
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma,
pero no tenía,
de franca que era,
entradas tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma

Pedro Salinas


jueves, 5 de noviembre de 2009

Hay ventanas que pueden habitarse...


La ventanilla de un tren
puede llegar a contener el mundo en un instante.

Rosana Acquaroni

(Española)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Punto final...




La tristeza es un árbol inclinado

Te fuiste a esa hora en que amanece la niebla y la distancia
Y todavía pienso en el mañana como si estuvieras
¿Qué quedará cuando hasta tu aroma
se escurra por debajo de la puerta siguiendo tu camino?
Dos copas
Dos silencios
Dos pocillos
Quien sabe una luz menos en la calle que anduvimos
o esta llovizna triste colgando algún ladrido
en las ventanas apagadas
¿Qué quedará de tantos sueños trasnochados
de nuestros códigos secretos
nuestros gestos
nuestras mañas?
No mucho más que la ilusión enfriándose en la almohada
O el mismo dolor desconsolado de una vida en el destierro
O algún recuerdo aferrándose a la lluvia
O sólo dos colillas blanqueando el cenicero
O simplemente nada

Roberto Esmoris Lara
(Argentino y amigo queridísimo)