jueves, 25 de febrero de 2010

Pido vivir...




Sin faroleras que tropiecen en los cuerpos de los generales.
Sin escondidas esperando la mano que nos libre.
Sin arroz con leche para casarme.


Pido vivir sin botellitas de licores.
Sin mentas y rosas.
Sin zapatos abotinados para mi querido esposo.


Pido vivir para que el gran bonete pierda sus pescadores, para que nadie se quede.
Para que nos dejen pasar cuando el mundo se mueva.


Adriana Ferrari
(Argentina)

domingo, 21 de febrero de 2010

Flores bajo la lluvia...

Si el mundo pronunciase sólo eso,
si dentro de tanto ruido
pronunciase tal sugestiva belleza,
entonces todo puede recobrarse
y todo puede renacer,
en nuestros frondosos jardines,
como flores bajo la lluvia.

Roberto Malatesta
(Argentino)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Pasión...


I

Tú tienes, para mí, todo lo bello
que cielo, tierra y corazón abarcan;
la atracción estelar ¡de esas estrellas
que atraen como tus lágrimas!;

II

La sinfonía sacra de los seres,
los vientos, los bosques y las aguas,
en el lenguaje mudo de tus ojos
que, mirándome, hablan;


III

Los atrevidos rasgos de las cumbres
que la celeste inmensidad asaltan,
en las gentiles curvas de tu seno…
¡oh, colina sagrada!

IV

Y el desdeñoso arrastre de las olas
sobre los verdes juncos y las algas,
en el raudo vagar de tu memoria
por mi vida de paria.


V

Yo tengo, para ti, todo lo noble
que cielo, tierra y corazón abarcan;
el calor de los soles, ¡de los soles
que, como yo, te aman!;

VI

El gemido profundo de las ondas
que mueren a tus pies sobre la playa,
en el tapiz purpúreo de mi espíritu
abatido a tus plantas;


VII

La castidad celeste de los besos
de tu madre bendita, en la mañana,
en la caricia augusta con que tierna
te circunda mi alma.

VIII

¡Tu tienes, para mí todo lo bello;
yo tengo para ti, todo lo que ama;
tú, para mí, la luz que resplandece,
yo, para ti, sus llamas!




Almafuerte

sábado, 13 de febrero de 2010

Si todo esto cambiase...

Si todo esto cambiase,
si me dijera usted, de pronto, que me ama,
yo ni me detendría para hacer la maleta.


Huiría luchando contra el miedo a la costumbre
de su cuerpo.


Almudena Guzmán

martes, 9 de febrero de 2010

Murmura el mar...

Murmura el mar…
Eco y resonancia de una gota cristalina.
Murmura el mar…
Y me hinco entonces en su arena.
¿Me entiendes? -Le platico.
Te hablo de ella…
Bajo tu azul mirada sus ojos cristalinos reverberan.
Te hablo de ella…
En la profundidad su boca.
En la distancia su silueta inquieta.
Y el horizonte que se acerca cuando siento que me toca.
¿Me entiendes si te digo que mi boca saborea?
Mar, ¡qué hermosa es ella!
Pálida, en tu cuesta, una ostra
de coral se viste, se descubre y se recuesta,
y a lo lejos, con la bruma,
su aperlada orilla a mí me mira…
¿Qué dirá de mí?
En la arena, de hinojos, platicándote de ella…
¿Tú me entiendes que su rostro
es vitral de tu marea?
¿Que sus ojos son tu lejanía
y se dibujan resguardándose
en tu abultada cabellera?
Mar, ¡qué linda es ella!
Hay gotas que en la orilla,
tan sólo por sentirlas,
volatizan y sonrojan
y en sus labios se extasían.
Te platico que sus besos…
Mar, ¡hay besos como ella!
¿Tú me entiendes?
Murmura el mar…
Y me hinco ante su arena.


Salvador Pliego
(Mexicano - Contemporáneo)

viernes, 5 de febrero de 2010

Pleito de Amar y Querer...

Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer y amar, y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

-Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

-Pero es que no da lo mismo.
Dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito;
amar es hasta la muerte,
y querer, hasta el olvido.

-Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer,
y amar es la misma cosa.

-Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al esposo, al mundo;

tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del pueblo
como al hijo del esposo.

-¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

-No; amar es amar, y amar
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios,
y como a Dios, a uno solo.

-¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.
Si querer es con la uña
donde amar es con la yema...

-Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio;
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos;
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

-Amar es con luz prendida;
querer, con la luz apagada;
en amar hay más desfile,
y en querer hay más batalla.

-Luego querer no es amar;
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz..

-Querer no es lo que tú sientes,
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar.

Es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar sin dejar sitio
ni para el amor de Dios.

Es tener el corazón
entre las manos guardado,
y si ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

Es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa que vive
de la propia quemadura;

es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa;
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo sin haber dormido
pudimos haber soñado.

-Todo esto es querer y amar,
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
De crearse y crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque al quererlo lo crea.

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;

ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero,
con otro te estoy creando,

y tú, en el amor que sientas,
si con un querer me quieres,
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
-"Quiero, y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan"

Que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres,

Y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino.

Y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicios humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor,
y si le pones medida,
te resulta que el amor
es más ancho que la vida.

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte.

Y en el querer lo estupendo,
y en el amar lo profundo,
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.


Andrés Eloy Blanco
(Venezolano)

lunes, 1 de febrero de 2010

Si Dios fuera una mujer...

¿y si Dios fuera una mujer?
Juan Gelman



¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.


Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.


Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.


Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.


Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.

Mario Benedetti