martes, 30 de diciembre de 2008

Sueños que navegan...

Anoche mis sueños dejaron de ser de humo
y se transformaron en barcos de papel....
y los arrojé al mar para que las gaviotas
les indiquen el camino hacia rumbos nuevos.

Si acaso en la brisa de la noche
una ráfaga distinta mueve tu pelo
recuerda que mis sueños navegan...navegan
y buscan tus maderos...
Yuri Tabak

sábado, 27 de diciembre de 2008

Azul...


Gracias, Alirio,
por presentarme a Don Cruz

Azul de aquella cumbre tan lejana
hacia la cual mi pensamiento vuela
bajo la paz azul de la mañana,
¡color que tantas cosas me revela!

Azul que del azul del cielo emana,
y azul de este gran mar que me consuela,
mientras diviso en él la ilusión vana
de la visión del ala de una vela

Azul de los paisajes abrileños,
triste azul de mis líricos ensueños,
que me calman los íntimos hastíos.

Sólo me angustias cuando sufro antojo
de besar el azul de aquellos ojos
que nunca más contemplarán los míos.

Cruz Salmerón Acosta
(Venezolano)

martes, 23 de diciembre de 2008

Belén imperfecto...

Nunca llegan al portal
las figuras del belén.

Los pastores se han quedado
sin las piernas por correr.

No encuentran los Reyes Magos
la estrellita de papel.

Los camellos en el musgo
ya no se pueden mover.

El río de plata sigue
desembocando al revés.

La lavandera del lago
nunca acaba de tender.

Herodes hoy ha encendido
las mismas luces de ayer.

En las montañas la nieve
no se puede deshacer.

La Virgen está esperando
y esperando San José

La comadrona no llega
y ya empieza a anochecer.

El pastor tampoco viene
con la hierba para el buey.

Los hombres no llegan nunca
a la cueva de Belén.

La Virgen está esperando
y el Niño Jesús también.

Víctor Manuel Arbeloa



jueves, 18 de diciembre de 2008

Preámbulo de un adiós...



Aquí estoy con mi tristeza rechazando el horror en las
miradas, consciente de vivir igual que muero,
por hacer imposibles que no temo.

Sin escuchar las necedades, quiero juntar tus manos en mis manos.
aquí estoy en el centro de todo un infinito
dejando hablar al corazón,
a la misma muerte que viene de mi propia vida
cuando pariéndome a mi mismo, transito mi camino,
plantando los árboles a pesar que muero
y preparando al corazón para que siga hablando.

Y te dejaré mi beso para que así sepas mis silencios,
para que conozcas la plenitud de mi soledad cargada de
esperanza, para que sepas que amarte para mí lo es todo.

Que la vida es hermosa como lo es la muerte,
que debemos vivirla a cada instante para merecerla.
Que después de las tormentas el sol brillará en nuestros balcones.
Que es imposible que te pierda porque siempre he de buscarte,
porque he de hallarte a través del infinito caminando la orilla de la aurora.

Te encontraré porque te espero en una espera larga
como largo es el tiempo en que te quiero.
Porque seremos lámpara y espejo, juntos los dos... en un reflejo.

Porque seremos llanto cuando nos falten las palabras,
tormenta y calma en nuestro océano, como una fantasía sin miedo a los abismos.
Porque volaremos para escribir más versos,
dando valor a los sentidos y con la voz más fuerte que el silencio.

Y si no fuera así como mi corazón te habla;
entonces enséñame a decir adiós para que las lágrimas no se cuajen en mi alma,
para que el grito no se escuche adolorido y el paisaje retorne a mis pupilas.

Enséñame a decir adiós a cada instante
a cada verso que escribí con sangre,
a las palabras que en tu nombre... pronunciaba mi alma.

Enséñame a botar la soledad que mi alma navega
en mis recuerdos, con las noches de amor y los espejos
de dos bajo la luna.

Enséñame a no buscar
una palabra redentora entre tus labios,
para decirle adiós a la esperanza.

Enséñame el camino del olvido
para olvidar como te quiero..
..para olvidar mis sueños.
Gerardo Omaña
Venezolano y amigo querido
Su Blog
Imaginaria-besos para tu alma

lunes, 15 de diciembre de 2008

La llama viva...


Corté una flor de luz,imaginé su tallo
alzarse transparente y atravesar el aire.
Soporté el dolor frío de su llama en los dedos
y no solté su espina.

Aferrada camino
a la necesidad de amar su quemadura.


Pilar Blanco

viernes, 12 de diciembre de 2008

Nociones elementales de jardinería...



Lluvia
no intentes
reventarme
el cuerpo.

(Él se adelantó)

Usó mis manos
para arrancar
los rosales
sin herirse.

Removió la tierra
agostó las raíces
y tras una cerveza
se fue pisoteando
lo que fuimos.

(No. No miró)

Lava mis ojos
lluvia.

Borra la sangre
llévate el barro
deja el dolor.
Quiero hacer con él
un broche
que me recuerde
(cada día)
que de jardinería
nada sé.

Lena Yau
(Mi Mo queridísima :)

martes, 9 de diciembre de 2008

No se rogar amor...

Aunque mis manos se agrieten en las sombras
buscando tu imagen que desapareció
de pronto, aunque mis labios
en silencio te nombren
Yo no se rogar amor.

Aunque los pájaros le canten cada día
a mi corazón que se siente triste.
Aunque los silencios se asemejen a latidos
que se alejan y resuenan allá lejos
No se rogar amor.

Mis manos conservan las caricias prometidas
y los sueños forjados entre besos,
sin embargo, mis manos se abren
y te sueltan liberando los gestos,
como a una paloma.
No se rogar amor.

Y aunque en mi memoria sigan girando
las ideas dulces, los proyectos truncos,
la música del alma que entornó los besos.

Si no llegas, aún esperándote,
dejaré de amarte
y de sentir que eres posible.

Me quedaré adolorido, pero libre
tratando de levantar mis pasos
de rescatar alientos y
guardar los besos,
de volver a las palabras nuevas,
a los sueños vírgenes
y a los despertares.


Sí, no estaré rogando amor
ni mendigando caricias...
Nuevamente iré a los brazos
de quien crea que en mi muelle
hay amarras para sus velas.

No haré penitencias, ni moriré de pena
puedo construir una morada nueva
fuerte e intensa como la nuestra,
aunque sepa de su fragilidad
en la tormenta.
No se rogar amor.

Yuri Tabak
(Argentino y amigo queridísimo)

sábado, 6 de diciembre de 2008

No me he cansado...




No; no me he cansado aún de pensar en ti;
de noche cuando se me queda el cuerpo sobre la tierra,
llego a tu país, allá, donde el viento sale a ventilar la arena,
a recostar en las paredes las aletas de pescado amanecidas
en la calle;
a buscarme embebecido al pie de las escaleras.

Ya no sé de ti, tal vez de nadie; sólo recuerdo que me peino
el cabello dormido, con una mano que estuvo junto a tu cuerpo.

Qué sé yo de nada. De lo que puedo ser la voz;
una hoja envenenada que se pudre en el pecho,
en otro espacio penetrante,
consumido.

4 de abril de 1933,

ya estoy deshecho de vivir un solo día, de moverme
con tu sola alma. Dios se compadezca de mí, que entro apasionado
por las venas secas de la tarde.

Roberto Molinari
(Argentino)

martes, 2 de diciembre de 2008

Carta de Lucrecia Borgia a su confesor...

Padre, si usted fuera mujer
entendería las razones
y no me haría decir tantas avemarías
Padre, ¿no se da cuenta?
mi castigo de ahora
es libertad en el siglo XX.

Carlota Caufield
(Cubana)

sábado, 29 de noviembre de 2008

Esperansia...

Esperanza,
última espera...
La del alma.
Coge forma del olvido
y con el aire en las manos,
amasa futuros que no llegan,
extraviados
en relojes destiempados.
Esperanza,
la espera
de la desesperanza incierta.
Inunda, sobrepone, alcanza.
Rescata de las desilusiones
la gota
que resbala hacia el suelo,
en veloz vuelo...
A punto de astillarse.
Esperanza,
redonda,
como fruto maduro,
o como fruto verde,
esperando estaciones de vendimia.
Esperanza,
mosto agridulce
que embriaga, abraza, besa
y fecunda ansias
y suspiros viejos.
Esperanza,
recipiente profundo,
de proyectos de vida, contenidos,
de caricias
-manantial de manos y palabras-,
libros y silencios.
Esperanza,
de todas las esperas...
La espera
con más ansia.

Ángela Becerra

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Los cielos...

Los cielos son iguales.
Azules, grises, negros,
se repiten encima
del naranjo o la piedra:
nos acerca mirarlos.
Las estrellas suprimen,
de lejanas que son,
las distancias del mundo.
Si queremos juntarnos,
nunca mires delante:
todo lleno de abismos,
de fechas y de leguas.
Déjate bien flotar
sobre el mar o la hierba,
inmóvil, cara al cielo.
Te sentirás hundir
despacio, hacia lo alto,
en la vida del aire.
Y nos encontraremos
sobre las diferencias
invencibles, arenas,
rocas, años, ya solos,
nadadores celestes,
náufragos de los cielos.

Pedro Salinas

domingo, 23 de noviembre de 2008

No lamento tu ausencia...




No lamento tu ausencia, no me alegro tampoco:
Esta paz de tenerte como siempre en las manos
es parte de mi amor,
de este nuevo sentido que has puesto en mis sentidos.

Y no es que estés muy lejos
es que madura lento lo que más nos importa.
Y el tiempo y el espacio son frutas delicadas

Jesús Agudo




Gratamente encontrado una noche de invierno
en un autobus de Aucorsa de la Línea 13,
en Córdoba, España

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El aire ya no es aire...

El aire ya no es aire, sino aliento;
el agua ya no es agua, sino espejo,
porque el agua es apenas tu reflejo
y ruta de tu voz es sólo el viento.

Ya mi verso no es verso, sino acento;
ya mi andar no es andar, sino cortejo,
porque vuelvo hacia ti cuando te dejo
y es sombra de tu luz mi pensamiento.

Ya la herida es floral deshojadura
y la muerte es fluencia de ternura
que a ti me liga con perpetuos lazos:

tornóse en rosa espléndida la herida
y ya no es muerte, sino dulce vida,
la muerte que me das entre tus brazos.

Miguel Otero Silva
(Venezolano)

miércoles, 12 de noviembre de 2008

De viaje...




Hay una hora que hace del polvo tu escolta,
de tu casa en Paris, lugar de sacrificio de tus manos,
de tu ojo negro, el más negro ojo.

Hay una estancia donde un tiro de caballos se detiene para tu corazón.
Tu cabello quisiera ondear en el viento cuando te vas - eso le está prohibido.
Los que quedan y hacen signos de adiós no lo saben.

Paul Celan

sábado, 8 de noviembre de 2008

Escritura...


Llámala gota primera
condensada en instantes de duda
Llámala don
que desdeña el frío de su paso
y se contenta con el crisol de la ausencia
Dile a ella
que sea jaima para ellos
Diles a ellos
que ella es
el soplo que prende las nubes

Mohammed Bennis

martes, 4 de noviembre de 2008

Hay corazones sin dueño...

Hay corazones sin dueño,
que no tuvieron nunca la oportunidad
de regir como un péndulo casi atroz
el laborioso espasmo de la carne.

Hay corazones de repuesto,
que esperan sabiamente
o por quién sabe qué mandato
el momento de asumir su locura.

Hay corazones sobrantes
que se descuelgan como puños de contrabando
desde la permanente anomalía
de ser un corazón.

Y hay también un corazón perdido,
una campana de silencio,
que nadie sin embargo ha encontrado
entre todas las cosas perdidas de la tierra.

Pero todo corazón es un testigo
y una segura prueba
de que la vida es una escala inadecuada
para trazar el mapa de la vida.

Roberto Juarroz

sábado, 1 de noviembre de 2008

No quisiera que lloviera...

¡Feliz cumpleaños, Max!




No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto

Cristina Peri Rossi


"Diáspora" 1976

martes, 28 de octubre de 2008

Dónde estoy...

Los espectros velan aminorándose
amo y odio el silencio de las colinas
Giro hasta que sea menester
Tengo miedo de la tormenta

que embosca mis sentidos
y proyecta una sombra en el verbo

Mireya Krispín
(Venezolana - Contemporánea)

jueves, 23 de octubre de 2008

Nieblas del riachuelo...

La pobre ciudad se desmorona.

Lloran los barcos mares imposibles.
Y al borde de una calle inmigrante y desolada,


las tabernas y las grúas también lloran.
Nadie recuerda sus mujeres de colonia y rimel,


ni al fuelle amargo que atizaba tangos develados.

(No crece el cielo en nuestro árbol.
Ni en tu risa.
Ni en mi orilla.
Todo cae herido.
Mortalmente)

Siempre fue oscuro el sur.

La niebla le arrebata al Riachuelo sus falsas madrugadas.
Así ocurre.
Y la tristeza es esa lluvia que inunda los suburbios y apuñala.
Sin decir una palabra.

Roberto Esmoris Lara

(Argentino - Contemporáneo)


martes, 21 de octubre de 2008

La visita del Arcángel...

Verte, como tras niebla, vuelto el rostro,
oculta la cabeza entre las sombras,
y vislumbrar el suelo ajedrezado,
los hondos muros blancos, la ventana
y tras ella el paisaje, una alta torre
guardando la ciudad que ciñe un muro,
los azules, los verdes, los dorados,
tan exactos que niegan la distancia.
Pisar el mármol frío y acercarme
al sitial donde aguardas silenciosa.
Querer cerrar los ojos y estar lejos,
y sentir que mi pulso se acelera
y que fallan mis piernas, y mirarte,
mirarte sin embargo cuando giras
tu rostro envuelto en luz que no es del mundo
hacia mí que te hablo. Y comprender
con estupor y asombro quiénes somos,
pues reconozco al fin cuál es mi sueño,
y sabiendo cumplido mi destino,
y, extendidas mis alas, regresar a lo alto.

Abelardo Linares
(Español)

viernes, 17 de octubre de 2008

Desmesura...



A Javier Statié



Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo.
Luego, la vida hizo una pausa
y todo pareció recomponerse
como esos acertijos infantiles
en los que sólo falta una palabra,
una palabra necesaria y rara.
Pero dijo que no. Cerró los labios
y escuchó el gorgoteo de las sílabas
luchando por vivir a la intemperie.
Dijo que no. Y el tiempo oyó el silencio.
Luego, la vida hizo una pausa.
Y todo fue distinto: el dolor fue
más cauto, más sensato,
la lujuria lloró en su madriguera.
Y el tiempo inauguró sus máscaras:
hubo un pequeño espanto en los rincones,
temblaron los espejos agobiados
defendiendo impotentes el azogue.
Los pájaros callaron esa tarde
y la luna brilló blanca y sin manchas.
Ardió la noche como vieja tea
con la absurda avaricia de la muerte,
con su luto distante y pegajoso,
y un rencor resabiado y carcomido
descargó como lluvia en el desierto.
Entonces, sólo entonces,
oyó a su corazón ladrando
y se volvió despacio a los espejos
y los vio tiritar con mucho frío
y pedir compasión desde su escarcha.
Y no supo qué hacer con tanta desmesura:
cerró los labios y escuchó al silencio.

Francisca Aguirre
(española)

miércoles, 15 de octubre de 2008

Fuego mudo...

A veces el silencio
convoca algarabías
parodias de coraje
espejismos de duende
tangos a contrapelo
desconsoladas rabias
pregones de la muerte
sed y hambre de vos

pero otras veces es
solamente silencio
soledad como un roble
desierto sin oasis
nave desarbolada
tristeza que gotea
alrededor de escombros
fuego mudo

Mario Benedetti

lunes, 13 de octubre de 2008

Quiero creer que estoy volviendo...

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo

hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca

vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza

reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /
nostalgia del exilio

en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente

vuelvo y se distribuyen mi jornada
las manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada

propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda

me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo

tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora

vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana

nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses

vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora

todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros

vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto

vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.

Mario Benedetti

viernes, 10 de octubre de 2008

Límites...

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

Juan Gelman

martes, 7 de octubre de 2008

En la gran oscilación...



En la gran oscilación
entre creer y no creer,
el corazón se trastorna
lleno de nada saber

Y, ajeno a lo que sabía
por no saber lo que es,
sólo un instante le cabe
que es el conocer la fe-

Fe que los astros conocen
porque es la araña que está
en la tela que ellos tejen,
y es vida que había ya.

Fernando Pessoa

sábado, 4 de octubre de 2008

El último deseo...




Si se derrumba el cielo, si se rompe el mar.
Si a mi poesía la traga el infinito,
si cae mi nombre fulminado por el tiempo.

Si en la ribera el agua se olvida de la arena.
Y en las costas de mi río las hierbas esconden
las cicatrices de mis huellas.

Quiero que estés allí, ¡corazón de trigo!
Juntando mis vocales a la vera de los verbos,
amontonando mis despojos
en los escombros del camino.

Porque sabes mas que todos mis místicos silencios.
Porque intuyes en mis labios tus senos en mi vicio.

Si a la sombra de mis montes el sol las elimina
con su brillo tenaz de loco aventurero.
Si me suben por las manos tus hiedras suaves,
huidizas a mi tacto de flor en terciopelo.

Si en mi ciega singladura hacia tu muelle
naufrago en la ignorancia de la isla de tus besos.

Si en mi pueblo se agiganta mi nostalgia
y rueda el delirio
en la urbana belleza de tu piel de caramelo.

Si no logro alcanzarte con mis alas de bardo,
si son mas altos los muros de tu vida.
Si son inalcanzables los luceros de tus ojos,
y se quiebran mis vuelos, y me hundo en la muerte.

Quiero que estés allí, ¡Corazón de trigo!
Antes que se agote mi último suspiro
antes que se trague mi garganta
la dicha de decirte que te quiero.-

Walter Faila
(Argentino - Contemporáneo)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Desde fuera...

¿Quién sería el extraño que quisiera
conocer un paisaje como éste?
Desde fuera, la isla es infinita:
una vida resultaría escasa
para cubrir su territorio.

Desde fuera.

Pero Ítaca está dentro, o no se alcanza.
¿Y quién querría descender al fondo
de un silencio más vasto que el océano?
Silencio son sus habitantes,
silencio y ojos hacia el mar.

Desde fuera
las aguas son caminos
¿desde la playa son sólo frontera?.
¿Y quién sería el torpe navegante
que entraría en un puerto sin faro?

Desde fuera, los dioses nos contemplan.

Desde aquí, no hay un pecho
capaz de cobijarlos:
los dioses son palabras; con el silencio, mueren.
¿Alguna vez la isla fue distinta?

Quién lo puede saber desde el aturdimiento.
Sin palabras, sin dioses, Ítaca es sólo el mar.

Francisca Aguirre
(española)

lunes, 29 de septiembre de 2008

Tango...

La ciudad no eras vos
No era tu confusión de lenguas
ni de sexos
No era el cerezo que florecía -blanco-
detrás del muro
como un mensaje de Oriente
No era tu casa
de múltiples amantes
y frágiles cerraduras

La ciudad era esta incertidumbre
la eterna pregunta -quién soy-
dicho de otro modo; quién sos.

Cristina Peri Rossi
"Otra vez eros" 1994

martes, 23 de septiembre de 2008

Para que tú me oigas...

Para que tú me oigas,
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú me oigas como, quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejos súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Pablo Neruda

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sonido húmedo...

Cada viernes es el anticuario.
Subirse al caballo es la precognición.
Un estandarte objetivado aumenta la temperatura,
baja las persianas.

El estado beta presupone un alfa,
hay que dormir respirando.

Dos sonidos húmedos llegan a los pies,
naftalina sonora.

Granos de arena entre tanto
bate alas de aviones en miniaturas,
la textura del alcatraz no se hace esperar.
Vuelve la cabeza,
desaparecen los ojos de los pies.

No otra armonía que volver a soñar.

María Luisa Lázaro
(Venezolana - Contemporánea)

viernes, 8 de agosto de 2008

Y después...

Y después,
cuando pises descalza
sobre la piel de la tierra,
recuerda
en tus dedos
y en tu planta
y en el talón
de tus pies,
mi fuente
y mi raíz y mis raíces,
con tu humedad
en los atomos del universo
y mi vida
respirando en tu vida.

Luis Alberto Machado
"Canto a la Mujer"
(Venezolano)


martes, 5 de agosto de 2008

Testigo de excepción...



A Maribel y AnaUn mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.
Francisca Aguirre
(española)

viernes, 1 de agosto de 2008

Tu nombre...

Nace de mí, de mi sombra,
amanece por mi piel,
alba de luz somnolienta.
Paloma brava tu nombre,
tímida sobre mi hombro.

Octavio Paz

jueves, 31 de julio de 2008

Sembrándome dudas...

Si uno pudiera repasar
año por año el culebrón
de la propia
desarrapada vida
si uno pudiera ver
asombro a asombro
sin titulares ni publicidad
los vericuetos y los goznes
de la conciencia veterana
¿lo grabaría en un cassette
o apagaría la televisión?

Mario Benedetti

martes, 15 de julio de 2008

Cumpleaños...

Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilacha
doy roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Ángel González

viernes, 20 de junio de 2008

Oda... (*)


Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas,
por eso la luna brilla toda
en cada lago, porque alta vive.

Fernando Pessoa
(*) De heterónimo Ricardo Reis

sábado, 31 de mayo de 2008

Menos mal...



Se lo "robé" a mi Maga Leo,
de su maravilloso
Tren sobre
la tierra





Menos mal que la noche no es eterna,
y de pronto la luz nos ilumina
y los cinco sentidos se despiertan
y comienza una historia muy antigua,
una historia que va del miedo al llanto,
pero también del llanto a la alegría,
a la absurda manía de lo humano,
de la pasta de dientes y la ducha,
de la risa en los bordes del naufragio,
del orden cotidiano del saludo,
de la fuga solar de las ventanas
y la prisa por encontrar respuestas.
Menos mal que la tarde dura mucho
y podemos hacernos a la idea
de que llegan la noche y sus secretos.
Menos mal que la muerte nos consuela,
y nos va confesando día a día
que aquí nada es eterno.
Menos mal que a pesar de los pesares
seguimos aferrados al milagro,
a la ciega esperanza del sosiego
y a la terca ambición de la unidad.

Francisca Aguirre
"La herida absurda"


(española)

martes, 27 de mayo de 2008

Duración...

La memoria sorprende en la blancura
de corredores enfilados
y es un salto la sombra;
precisa, ahondando los lugares,
en esta mansión tan diurna,
tan joven y ya ausente.
No hay ruido
y el pasar de la doncella única,
dura, todo se agita, las palmas,
el agua de la pila, los destellos en el piso,
la luz en las vidrieras,
las cortinas de paño leve.
Ella sigue pasando inmóvil,
no asienta los pies, se desvanece,
avanza, mientras el silencio de los relojes
confunde o apaga las horas.

Fue ayer.
No fue nunca.
Sigue siendo.

Juan Liscano
de su obra "Vencimiento", 1986
(Venezolano, 1915-2001
)

viernes, 16 de mayo de 2008

Cuando me hablan de ti...

Cuando me hablan de ti, es como si me perfumaran la cara
con una hoja de mirto. Ya estoy tan seguro de que te quiero,
que a veces quito
mis ojos de la luz para que atraviesen la noche por el cielo.

Los jardines saben el nombre de tu río
y el de los antílopes que lo cruzan jugando entre el agua;
ninguno habrá que no lo haya sentido
fluir, humedeciéndome la boca,
en la mañana, o al caer la tarde,
sobre el aliento perezoso
de las flores.

Ricardo Molinari
(Argentino)

sábado, 10 de mayo de 2008

Es Amor...

Algo me pasa que en mi pecho......existe.
Vuelan hormigas y discurren peces.
Suena la sangre y el tambor convoca.
Hay un incendio cerca de mi pulso.
De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Vuelven las venas a cantar presagios.
Torna el insomnio con sus mil disfraces.
Lavo mis manos para hacerlas suyas,
peino el cabello, río a las vecinas.
Y cuanto miro se convierte en agua.

¡Esto es amor y lo demás......miseria!

Gloria Fuertes

jueves, 1 de mayo de 2008

Razón de amor...

¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia.
Y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
—unirnos— al pensarte.
Y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.

Pedro Salinas

martes, 22 de abril de 2008

Orando...



Líbranos, Señor,
de encontrarnos,
tantos años después,

cuando ya nos creíamos
resucitados,
con aquello que una vez nos mató...






Córdoba, 22 de Abril de 2008

domingo, 20 de abril de 2008

De "El pastor enamorado"...



Alta en el cielo, va la luna de Primavera,
Pienso en ti y dentro de mí estás entera.
Aquí viene, por las grandes praderas, corriendo hacia mí, la leve brisa.
Pienso en ti, murmuro tu nombre; y no me siento yo: estoy feliz.
Mañana vendrás, irás conmigo a recoger flores en la pradera.
Y yo iré contigo por las praderas para verte recoger las flores.
Te veré mañana recolectando flores conmigo en las praderas,
Pues cuando vengas mañana y caminemos juntos por la pradera,
recogiendo las flores,
Se hará para mi la claridad y la verdad.


Fernando Pessoa

viernes, 18 de abril de 2008

Los cómplices...



Gracias, Gustavo,
por este regalo...







Te decía en la carta.
que juntar cuatro versos
no era tener el pasaporte a la felicidad
timbrado en el bolsillo,
y otras cosas más o menos serias
como dándote a entender
que desde antiguamente soy tu cómplice
cuando bajas a los arsenales de la noche
y pones toda tu alma
y la respiración
perfectamente controlada,
por mantener en pie tus rebeliones
tus milicias secretas
a costa de ese tiempo perdido
en comerte las uñas, en mantener a raya
tus palpitaciones,
en golpearte el pecho por los malos sueños,
y no sé cuántas cosas más
que, francamente, te gastan la salud
cuando en el fondo
sabes que estoy contigo
aunque no te vea
ni tome desayuno en tu mesa
ni mi cabeza amanezca en tu pecho
como un niño con frío,
y eso no necesita escribirse...

Gonzalo Rojas
(Chileno)

lunes, 14 de abril de 2008

Eternamente...

Silencio…
solo los grillos
y el ruido obstinado del riachuelo,
en su ida sin fin hacia quién sabe dónde...
Como yo, unas veces repleto su cauce...
Otras, casi vacío... cansado... sin fuerzas...

Y yo aquí,
quieta,
casi sin respirar,
solo sintiendo...
Esta luna que decrece,
ese auto solitario que regresa a casa...
ese pájaro insomne que trina a deshora...
la risa de las niñas que aún no se duermen...
y Fedor que me mira, obstinado,
con sus inmensos ojos celestes...

Fluye la vida...
Esa vida que seguirá cuando yo me haya ido...
En alguna parte alguien llora,
alguien nace,
alguien reza,
alguien ama,
alguien sueña,
alguien muere...
Y yo, cenizas de mi misma,
penetro en la tierra queriendo florecer...
Para perder hojas en el otoño,
ofrecer ramas vacías en el invierno
y reverdecer en la primavera...

Me eternizaré aunque ya nadie me recuerde...
Una gota de mi sangre viajará en otras venas,
un poema que alguna vez escribí
-derramando mi alma-,
será leído por quién sabe qué voces...
Y yo estaré,
aunque nadie lo note...
Y fluiré...
suave a veces,
caudalosa otras...
Como este riachuelo que corre anónimo,
ajeno a mis palabras,
pero tan inmerso en ellas...
Pájaro insomne...
Estrella fugaz...
Luz de luna menguante...
Eternamente...


Caracas, 1° de Abril de 2002

jueves, 10 de abril de 2008

Inédito horizonte...




¡Bienvenido, Max!





Cestillo de cristal la medialuna
En manos de la noche jardinera.
La noche va por ámbitos floridos
Cortando —rauda— fúlgidos manojos.
Tu corazón de novia y novilunio
Viajero de la noche por mi sangre.
Cestillo del amor donde recoges
—Constelación de lirios— mi ternura.
Viene de siderales contrapuntos
Cruzando el trébol de la mediasombra
Doble cuadriga de ilusorias lumbres.
¡Míralas… y me miras, y te miro,
Y al mirarnos, inédito horizonte
Abre la cruz del sur de nuestros ojos!

José Antonio Escalona
(venezolano)

martes, 8 de abril de 2008

Lejanía...

Me atraviesa esta congoja
de invierno
cuando la luna
puede verte,
cuidarte tu sueño
en un abrazo
eterno
y yo
no

Sylvia Moure
(Chilena, contemporánea)

jueves, 3 de abril de 2008

Solamente deseo amarte...


Solamente deseo amarte
Una tempestad llena el valle
Un solo pez el río

Te he hecho
A la medida de mi soledad
Todo el mundo para esconderse
Días y noches para comprenderse

Para contemplar en tus ojos
Todo lo que pienso de ti
Y de un mundo hecho a tu imagen

Y las noches y los días gobernados por tus párpados.

Paul Éluard

miércoles, 2 de abril de 2008

Poema de la despedida...




Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.




José Ángel Buesa