lunes, 27 de junio de 2011

La poesía....


La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.


Joaquín Sabina









jueves, 23 de junio de 2011

Poema 20...




Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda





viernes, 17 de junio de 2011

Canción de la lluvia...

Acaso está lloviendo también en tu ventana;
Acaso esté lloviendo calladamente, así.
Y mientras anochece de pronto la mañana,
yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mí.

Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo,
sintiendo que despierta tu ternura de ayer.
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo,
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.

José Ángel Buesa

lunes, 13 de junio de 2011

Animales domésticos...

el deseo es un animal que vive en las entrañas
como toda bestia visceral
devora y devora todo el tiempo

llega un día
en que sólo nos queda la piel y la osamenta
conteniendo un vacío tumultuoso
desorbitado


el vacío es un animal que vive en el deseo
como toda bestia pasional
succiona y succiona todo el tiempo


llega un día
alguien pronuncia tu nombre
y te pulverizás en el aire


Laura Yasán
(Argentina)

jueves, 9 de junio de 2011

El infinito...

De un tiempo a esta parte
el infinito
se ha encogido
peligrosamente

Quién iba a suponer
que segundo a segundo
cada migaja
de su pan sin límites
iba así a despeñarse
como canto rodado
en el abismo

Mario Benedetti


domingo, 5 de junio de 2011

El fuego...

En la madera que se resuelve en chispa y llamarada
luego en silencio y humo que se pierde
miraste deshacerse con sigiloso estruendo tu vida
Y te preguntas si habrá dado calor
si conoció alguna de las formas del fuego
si llegó a arder e iluminar con su llama
De otra manera todo habrá sido en vano
Humo y ceniza no serán perdonados
pues no pudieron contra la oscuridad
—tal leña que arde en una estancia desierta
o en una cueva que sólo habitan los muertos


José Emilio Pacheco
Premio Cervantes 2009
(Mexicano - Contemporáneo)



miércoles, 1 de junio de 2011

Inscripción en el fin del mundo...



Todo termina y comienza otra vez
dentro de lo que decimos
o antes, acaso detrás de cada letra
El fin del mundo no se acerca
yo voy hacia él, lo traigo conmigo
Y como única sobrevivencia
escribiré la palabra
fin

Herson Barona
@ViajeroVertical