sábado, 21 de octubre de 2006

Donde habite el olvido...

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.


Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno a un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla y ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos
donde habite el olvido.

Luis Cernuda

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ay amigui, donde habite el olvido...

Anónimo dijo...

El olvido, qué largo y puñetero...Pásate por Ruta que te echo de menos, mami...

Azul... dijo...

ay Luz... donde sea que habite... te debo correo, este finde me pongo en ello, promise it!

Arandix, mi niña, es repuñetero el olvido, pero no nos pongamos tristecitas... ¡Ya pasé por tu Ruta! Te pido disculpas por los silencios, he estado bastante complicadita por fuera y por dentro... pero tú sabes que siempre estoy ¿verdad?

¡¡¡Las requetecontraquiero!!!