Hace un siglo amé a un hombre
y podía sentir su olor lamiendo mis entrañas,
el universo revelado ante mí en el borde de su camisa
-botón por botón caían los misterios del profundo oráculo-
mi destino trazado en su torso.
Hoy descanso en su cuerpo con la cotidianeidad de los sueños perdidos.
Hace un siglo amé a un hombre
pero he perdido el rastro de su piel
el sello de su boca,
aquella cicatriz tan cercana a mi ombligo.
Un dolor incoloro se afirma entre mis lágrimas,
ya no es más ese monstruo que me tragaba adentro.
Es cierto que amé a un hombre
pero hoy sus huellas ya no existen
ni siquiera en el persistente agujero de mi almohada.
Adriana Ortega Ortiz
(Méxicana)
1 comentario:
Hermoso fondo musical de "Nothing Else Matters" de Metallica en piano para leer este poema.
Sin duda, en nuestra vida diremos muchas veces esa frase, "Hace muchos años amé", pero creo que solo una sola de esas será realmente sincera y sentida.
Un abrazo friend
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