martes, 9 de febrero de 2010

Murmura el mar...

Murmura el mar…
Eco y resonancia de una gota cristalina.
Murmura el mar…
Y me hinco entonces en su arena.
¿Me entiendes? -Le platico.
Te hablo de ella…
Bajo tu azul mirada sus ojos cristalinos reverberan.
Te hablo de ella…
En la profundidad su boca.
En la distancia su silueta inquieta.
Y el horizonte que se acerca cuando siento que me toca.
¿Me entiendes si te digo que mi boca saborea?
Mar, ¡qué hermosa es ella!
Pálida, en tu cuesta, una ostra
de coral se viste, se descubre y se recuesta,
y a lo lejos, con la bruma,
su aperlada orilla a mí me mira…
¿Qué dirá de mí?
En la arena, de hinojos, platicándote de ella…
¿Tú me entiendes que su rostro
es vitral de tu marea?
¿Que sus ojos son tu lejanía
y se dibujan resguardándose
en tu abultada cabellera?
Mar, ¡qué linda es ella!
Hay gotas que en la orilla,
tan sólo por sentirlas,
volatizan y sonrojan
y en sus labios se extasían.
Te platico que sus besos…
Mar, ¡hay besos como ella!
¿Tú me entiendes?
Murmura el mar…
Y me hinco ante su arena.


Salvador Pliego
(Mexicano - Contemporáneo)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias.

Un fuerte abrazo para ti.

Azul... dijo...

A tí, Salvador, es todo un honor tenerte en estos Azules

¡Otro abrazo enorme para ti!