viernes, 10 de febrero de 2006

Pero vengo...



En donde quiera que se viva, como quiera
que se viva, siempre se es un exilado

Alvaro Mutis



Más de una vez me siento expulsado
y con ganas
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece
que ya no pertenezco
a ningún sitio
a nadie

¿será un indicio de que nunca más
podré no ser un exilado?
¿que aquí o allá o en cualquier parte
siempre habrá alguien
que vigile y piense
éste a qué viene?

y vengo sin embargo
tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor

en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo

Mario Benedetti

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y sí,la esperanza que sostiene,la esperanza que alivia...

Besos

Max



CONFIANZA

Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mar con olas trajineras
—mientras haya—
trajinantes de alegrías,
llevándolas y trayéndolas.

Lino para la hilandera,
árboles que se aventuren,
—mientras haya—
y viento para la vela.

Jazmín, clavel, azucena,
donde están, y donde no
en los nombres que los mientan.

Mientras haya
sombras que la sombra niegan,
pruebas de luz, de que es luz
todo el mundo, menos ellas.

Agua como se la quiera
—mientras haya—
voluble por el arroyo,
fidelísima en la alberca.

Tanta fronda en la sauceda,
tanto pájaro en las ramas
—mientras haya—
tanto canto en la oropéndola.

Un mediodía que acepta
serenamente su sino
que la tarde le revela.

Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.

Colores que a sus ausencias
—mientras haya—
siguiendo a la luz se marchan
y siguiéndola regresan.

Diosas que pasan ligeras
pero se dejan un alma
—mientras haya—
señalada con sus huellas.

Memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.




Pedro Salinas

Azul... dijo...

¿Sabes Max? He vivido tan de cerca los dolores de los inmigrantes al estar tan lejos de su tierra, tanto como el enorme dolor del regreso, ese de no sentirse de aquí, ni de allá, excluido en ambos mundos, que me pregunto todas las veces posibles cómo será ese día -si es que alguna vez es posible- de mi retorno, si es que, como el poema de Don Mario, me voy a sentir exilada, no importa dónde me encuentre... pero sin duda iré...