sábado, 24 de marzo de 2007

La renuncia...

He renunciado a ti. No era posible.
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando como el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...

He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;

como el que ve partir grandes navíos
con rumbo a hacia imposibles y ansiados continente;
como el perro que apaga sus amorosos bríos
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;

como el marino que renuncia al puerto
como el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia
el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales
en los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, ¡cuántas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...

Andrés Eloy Blanco
(Venezolano)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

... pero hay renuncias inútiles y vanas
¿te cuento que conocí a luis jiménez martos?
un beso azul, de
amor

Azul... dijo...

Y... no sé si lo vano e inútil es una renucia. Ahora que me da una envidia no ser yo la que haya conocido a Jiménez Martos!!!!

Otro beso azul para ti, Santiago, gracias por la visita =o)

Anónimo dijo...

y más allá de todo...la belleza

Besos



Como el Amor

La poesía es bella,
más allá del drama
más allá de lo fatal
siempre es bella la poesía,
como el Amor.
En su belleza contiene el bálsamo,
para la agonía del drama
para la aceptación de lo fatal,
como el Amor.