La autora es mi compañera de trabajo y también, como ella misma dice,
amiga y compañera de
penas y de hastíos...
No es mi calma la que añora
el dulce sabor de tus deseos,
es mi corazón el que espera
llorando por tu silencio
como breve sonrisa
ofrecida entre las dalias...
No es la luz de mis noches
la que recuerda tus besos, tus caricias,
es mi alma que se desvela
y aparece como arma arrojadiza.
No es un corazón de fuego
es sólo un corazón que late
por sentir cada momento
vibrando aquí a tu lado,
sabiendo que lo simple
es amarte como siento.
Si es mi calma y mi consuelo
simplemente amarte en silencio,
escondida ahora entre las luces
que recorren mi cuerpo cada noche...
cada noche que no te tengo...
Eva Franco C.
Huelva, Julio de 2007