No siempre se pierden las llaves
Para dejar las puertas cerradas
(yo perdí la llave de mi lancha blanca
rodante
cuando el último puerto no fue puerto
y se hizo casa
con los brazos abiertos del desayuno
que reinventaron el inicio
con la humedad de la fiesta
y sellaron en archivo la torpeza
de las últimas horas
cuando sólo tenía puertos
...............................................ahora
tengo el universo de tus aspas
tantas como la Hidra
pero a la obsesión le han mostrado
la boca oceánica de la alegría
y yo soy para ellas
un San Francisco sensual
que quiere conocerlas)
también se pierden
para ganar un espacio.
Rafael C. Arráiz Lucca
Venezolano - Contemporáneo)
Catatanemak
Hace 3 años.
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