lunes, 17 de marzo de 2008

Noche de lluvia...

Llueve... espera, no duermas.
Estate atento a lo que dice el viento,
y a lo que dice el agua que golpea
con sus dedos menudos en los vidrios.
Todo mi corazón se vuelve oídos
para escuchar a la hechizada hermana
que ha dormido en el cielo,
que ha visto el sol de cerca,
y baja ahora elástica y alegre de la mano del viento,
igual que una viajera que torna
de un país de maravilla.
Cómo estará de alegre el trigo, amante.
Con qué avidez se esponjará la hierba,
cuántos diamantes colgarán ahora
del ramaje profundo de los pinos.
Espera, no te duermas.
Escuchemos el ritmo de la lluvia.
Apoya entre mis senos tu frente taciturna.

Juana de Ibarbourou

6 comentarios:

Kevin Leonardo dijo...

La lluvia es fuerte y peligrosa, pero cuando pasa, deja verdor y esperanza... Bonito texto. Saludos.

Gustavo Pérez dijo...

Hola azul, muy buen texto, a través de las palabras no recrea esa imagen de un gran paisaje coronado por las brillantes gotas de agua que quedan colgadas de las ramas luego de una potente lluvia y ese olor caracteristico a tierra mojada que es tan relajante! un beso!

Azul... dijo...

Kevin ¡bienvenido! celebro que te haya gustado este poema :)

Guso, ese olor que podemos rememorar aunque no haya llovido, vivificador, alegrando la tierra que empapa...
Otro beso para ti!

Anónimo dijo...

porque es tímida y pura (no recuerdo), yo le tengo cariño a la higuera

(o algo así, lo recuerdo del libro de lectura del cole, de juana también, uruguaya como yo de nacimiento)

santi

Anónimo dijo...

La lluvia en los cristales,o en los cobertizos,ese sonido,ese olor...

Anónimo dijo...

Como los dias de lluvia tienen su encanto este poema tiene remembranzas de un tiempo pasado....recuerdos de dias llenos de amor.....Saludos afectuosos Azul querida!