martes, 26 de febrero de 2008

Ésta es mi casa...

No cabe duda Ésta es mi casa
aquí sucedo aquí
me engaño inmensamente
Ésta es mi casa detenida en el tiempo

Llega el otoño y me defiende
la primavera y me condena
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen
copulan y duermen
juegan y piensan
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas y ataques de nervios

No cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos

Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo

Mario Benedetti

miércoles, 13 de febrero de 2008

En el fondo el olvido...




En el fondo el olvido es un gran
simulacro repleto de fantasmas
Mario Benedetti







Como un cuadro que ha sido
descolgado a destiempo
y deja una marca gris en la pared vacía,
mi cuerpo se desprende
más allá del olvido,
ocupa su lugar.

Lejos del paraíso,
donde ya no es posible
enmascarar el sueño desencajado
del desaparecido,
ni blanquear la mano atormentada del delito,
ni difamar los labios en mitad de la piedra.

Como el escalador
que apoya todo el cuerpo
en los resquicios del vacío,
paso sin ser notada
abriendo las compuertas
borrando los caminos,
con la boca nodriza y los ojos ausentes.

Rehén de la memoria,
rememoro el olvido,
ese gran simulacro repleto de fantasmas
que arrastran
su silencio
hacia el abismo.

Como el ilusionista
que dibuja pañuelos en la seda del aire,
me guardo inútilmente una paloma
quebrada en las trincheras de la noche.

Roxana Acquaroni


lunes, 11 de febrero de 2008

Exilio...

Expulsados de la selva del sur
de Sumatra por los hombres que
vienen a poblarla, 130 elefantes
emprendieron hoy una larga
marcha de 35 días hacia la
nueva ciudad que les
fue asignada.
(AFP. 18/11/82)





No hay sitio para los elefantes.
Ayer los expulsaron de la selva en Sumatra,
mañana alguien les impedirá la entrada al Union Bar.
Yo integro esa manada hacia Lebong Hitam,
yo sigo a la hembra guía,
cargo con la joroba de todas mis valijas sobre las
cuatro patas del infierno.

Llegarán a destino –dijo un diario en Yakarta.
Los colmillos embisten telarañas de niebla.
Llegarán a destino,
viejas empalizadas que sucumben bajo mareas de carne.
Llegarán -dijo el diario.

Mas la estampida cruza por suelos pantanosos
y mi patria –la mía- es sólo esta manada de elefantes
que ha extraviado su rumbo.

¡Guarde celosamente la selva impenetrable este ulular
de bestias!
Tambores y petardos, acompañan.
Algo de todo el polvo que levantan, es mío.

Jorge Boccanera


domingo, 10 de febrero de 2008

Sefiní...

basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar

Juan Gelman



viernes, 8 de febrero de 2008

Un día cualquiera uno se muere...


"Toute une catégorie
de sentiments
est surannée."

Jules Renard




Un día cualquiera uno se muere,
modifica el censo
y resulta la noticia del día
si, entre tanto, no se descubre un fraude
o dimite el Ministro de Transportes.
Uno ha sido un niño,
inscrito en un Libro de Familia,
y consigue hacerse un hueco.
Uno es bueno y listo
-él cree a solas ser mejor-
a veces sonríe por compromiso
y otras veces vocea sin razón.
Uno tiene veleidades de poeta
y ansias de viajero insatisfechas.
Uno vive así, bordeando el stress y el infarto,
con una idea desmesurada de sí mismo
y la sospecha atroz
-sintiendo ese vacío, instalado en su alma como un peso-
de estar perdiendo el tiempo.
Aunque no eternamente.

Clotilde Tambroni

lunes, 4 de febrero de 2008

A tientas...

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas/ vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

Mario Benedetti