domingo, 1 de febrero de 2009

Prejuicio...

Abrió el paraguas
y esperó la lluvia.
Expectante se preparó
para lo peor.
En estado de alerta,
la respiración breve,
cada músculo en tensión.
Esperó.
Esperó.
Vanamente.
Esperó.

Cansado y en autodefensa
vio venir la caricia
y no tuvo capacidad de reacción.

Cristina Formés

1 comentario:

AZUL dijo...

A veces nos volvemos tan indefensos antes una oleada de amor y más vale estar asi con la guardia abajo, sino el orgullo y de más nos hacen dejar de gozar.