viernes, 5 de junio de 2009

Poema Azul...


Pequeñas palabras que brotan de mi voz,
ilusiones que inundan los cielos,
suspiros de viento se empozan en mi alma,
la mano de Dios sobre mi cabeza
y un mar inquieto me invita a caminar.

Un deseo cuando amanece la fantasía,
una confesión de fe a través del tiempo,
la mirada fija hacia el horizonte sur,
y el deseo inocente de ser estrella del norte.

El beso mágico de dos labios que se desean,
y el dolor mortal de no sentirlo,
soledad vestida de rojo,
tentación oscura de una pasión efímera,
y las lagrimas sangrantes de un amor verdadero.

Sentimiento eterno de un cariño puro,
la condena dulce de amar para siempre,
fidelidad pactada de amante azul,
y el lamento constante,
de no llegar al final.

Acoge la hierba mi cansado cuerpo,
y la pluma descansa en la inspiración,
un cuaderno de poesías recibe al sol,
y las lágrimas de amor ruedan de sus ojos.

La oscuridad lo tienta a odiar,
la luz lo motiva a amar aun más,
el destino se ríe de el,
el tiempo lo golpea aun más,
y se quiebra lentamente,
el pilar que sostiene su vida.

Una gaviota lo mira con dulzura,
las olas del mar lo animan a seguir,
la cruz del amor pende de su pecho,
detiene el tiempo con su magia,
reta al destino con su esperanza
y fortalece los cimientos de su existencia.

Sus alas ya no son de papel,
su simpleza es la naturaleza,
hacedor de rosas como el corazón
y navegante eterno
de un mar de amor.

Sabe que debe seguir a su corazón,
expandir el aura de su alma,
unir el cosmos de su ternura,
y entregarse a la mujer que ama.

Vida, Verdad y Amor,
escondo en mi pecho el misterio celeste,
y en la lucha constante,
solo el amor me dará vida.

Eterno y santo es el amor dentro de mí,
expresado como un sueño
de azul navegante.


La magia y la fantasía vive en mis manos,
la dulzura, la ternura,
se escriben en poesía,
el lenguaje del amor en mis labios,
y la esperanza duerme en mi ojos.

Mi corazón es de una trovadora,
vivirá en cada canción,
en cada estrella,
en cada luna,
en cada palabra de amor,
en cada lágrima de soledad,
en cada ola de mi mar azul,
en la misteriosa comunión crepuscular,
en la dulce melodía del alba,
porque solo uno es el amor
“tu eres yo y yo soy tu”
como la oración de fe
que trasciende el universo,
y así con el tiempo a cuestas,
jamás dejare de rezar a Dios
que siempre le dirá a ella:

Te Amo...
aún después de la muerte...


Desconozco su autor
Encontrado
aquí

2 comentarios:

max dijo...

"Un deseo cuando amanece la fantasía,
una confesión de fe a través del tiempo,
la mirada fija hacia el horizonte sur,
y el deseo inocente de ser estrella del norte."

Que sensación rara me provoca no saber quién es el autor de semejante belleza,quizá su intención haya sido esa,dejarlo que flote absolutamente libre.

Gracias Azul !!!

Jorge Luis Rodriguez - azulnavegante dijo...

es grato ver que después de tantos años mi poema aun exista ...es grato en verdad y si es verdad lo deje libre porque libre nació en una tarde y libre seguira siendolo hasta que las palabras dejen de ser palabras....