y como todos, andamos buscando una clarita
entre la oficina y el estudio
para citarnos donde no nos conozca nadie.¿Pasa algo?
Ah.
Porque a estas alturas y con un enamoramiento de rizos
y piernas por medio,
no seré yo desde luego la imbécil que pierda su tiempo
en agradar a los poetas.
Almudena Guzmán
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