Hoy quisiera para hablar una terraza
donde Caracas nos tratase con afecto
y alcanzásemos un sitio
(dos mecedoras tal vez)
donde el viento se manejase leve
y lo viésemos todo
con la pretensión afable de los mapas.
Una terraza con el ruido lejos
y el sólo bolero de tu boca.
Hoy quisiera sentarme contigo
a hacerle tierra a los océanos.
Quiero la elocuencia del whisky
y sentirme total entre tus piernas.
Rafael Arráiz Lucca
(Venezolano - Contemporáneo)
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