viernes, 13 de abril de 2007

Inventario...


Gracias por este regalo,
Arandiux de mi corazón...




Nada fue tuyo.
Sólo imaginaste una casa y la luna.
El fuego vacilante de la llama.
La mensajera noche
alta en la soledad de tus estrellas.

La sombra perfecta y fiel dictando
el paso de las constelaciones.
La música del agua…
Ahora lo sabes.
Palidecen las manos.
Miras el tiempo de tu cuerpo,
el tiempo de los ríos,
el tiempo de las ruinas.

Basta que quisieras dormir
sin pronunciar la última palabra.
Que sólo desearas
ya no mirar y desatar los brazos.

Sólo eso bastaría…
Pero no sabes cómo.

Amparo Osorio


2 comentarios:

Iseekyou dijo...

Yo se un hinno gigante y extraño que en las noches del alma anuncia una aurora, y estas palabras son de ese hinno, cadencias que el aire dilata en las sombras... Gustavo Adolfo Beker, La Amada Inmobil... no me lo preguntes a medida q leia tu rima mi mente dibujaba esta otra...

Anónimo dijo...

De nada, madre. De nada. Linda foto...