sábado, 1 de septiembre de 2007

Poema del Regreso...



Vengo del fondo oscuro de una noche implacable
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable
y una paloma blanca se me posa en el hombro.

Mi corazón humilde se detiene en tu puerta
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.

Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.

Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo!

José Ángel Buesa

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre bella, siempre dentro del corazòn
Se la quiere un mundo, sabe?

uminuscula dijo...

hola, :D
muchas veces trato de postearte y no se me abre el blog...
quería dejarte mi abrazo

Anónimo dijo...

Es mutuo, Carlos, es mutuo!!! ;)

U chiquitica! Ya se me hacía raro no verte por aquí, te mando 300 bessos!!!!

Unknown dijo...

Cada vez que me voy de tus blogs me quedo abrigado con tu paz y tu ternura (vivo en el sur de Buenos Aires, a orillas del Atlántico y hace frio). Quiero que pases por mi casa (vidasinfames.blogspot.com), si te sienta bien, no nos soltemos nunca más las manos. Un abrazo de Roberto (Mar del Tuyú)

Azul... dijo...

Esmoris, qué lindas tus palabras, me alegra que te sientas bien cuando estás aquí y que te alcance la calidez que pongo en cada post

Un bessito!