Sé que nada plantaron
mis actos ni mis palabras.
Mi patria fue el tiempo,
la errancia mi casa.
Mi memoria es ahora
una lista interminable
-abrumadora casi-
de dones y donantes:
Un pliego de cargo
que levanta el camino
por lo mucho recibido
y lo poco que di a cambio.
Ojalá sea la gratitud
semilla de un árbol,
y que la mía de frutos
en la tierra de otras manos.
Eduardo Mitre
(Boliviano)
Catatanemak
Hace 3 años.
1 comentario:
¡¡¡ Bellísimo!!!
Gracias por compartirlo (tomo nota)
Besos
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