viernes, 16 de enero de 2009

Visita al Cementerio...

Me brotan esta tarde subterránea
cipreses de difuntos desde el alma

y me cercan la luz de los alcores
las cuatro tapias de los cementerios.

Se estiran de mis pies los jaramagos
y se alargan mis brazos en rosales.

Se nutre mi memoria en las esquelas
y en mi casa sollozan los retratos.

Me sube el gregoriano a la garganta.
No me cabe un responso en el bolsillo.

Llevo en los labios carne de gladiolos
y me ocupan los ojos crisantemos.

No puedo caminar.
Qué toneladas
de tierra no enterrada me retienen.

Y no puedo estar quieto porque todos
los difuntos del mundo me reclaman.

No puedo descansar porque la piedra
no responde a los gritos de las lágrimas.

Ni los cirios abrasan los temores.
Ni las frases rotundas de la Biblia
taladran los vacíos del silencio.

Y no puedo dudar porque estoy hecho
de tierra
de cipreses
y esperanza.

Víctor Manuel Arbeloa

1 comentario:

Anónimo dijo...

de tierra, de cipreses y esperanza

me encanta esa fe absoluta

un beso