con racimos de luz y madreselvas,
y brazadas de rosas escarlatas.
Las más dulces. Y cálidas. Y nuevas.
Esta ardiente manera de nombrarte
con murmullos de pájaros y hierbas.
Y desborde de ríos y caminos
bajo un arco triunfal de enredaderas.
Este modo violento de quedarme
en tus manos tan fuertes y morenas,
perfumada de lluvias y de soles
como fruto maduro de las eras.
Este modo salvaje de ser tuya
con mañanas, frutales y cosechas,
y tenaz alegría de los campos
y fecundo bullicio de colmenas,
no has de hallarlo jamás, sino a mi lado.
Aunque quieras a otras, y te quieran.
Porque sólo mi amor tiene raíces
donde estalla, total, la Primavera!.
Anónimo
3 comentarios:
Muy bueno. Y buena elección del poema.
Gracias por tu visita.
Esta manera...que no podría ser otra...
Besos (de mi palma)
El amor no debe doler y a veces duele... abrazos primaverales...
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